"Jorge cumple uno de sus sueños, el honor de ser soldado por un día"
Jorge Alfonso Arbizu Cárdenas tiene 18 años de edad, su vida ha sido difícil, nació sano, sin embargo, una meningitis a los dos años le causaron daños irreversibles a su cuerpo; no caminó por tres años, su habilidad cognitiva se deterioró para toda su vida, pero ayer tuvo un día feliz, por un momento él y su familia se olvidaron de todo lo malo, cuando fue soldado por un día.
Jorge Alfonso fue soldado honorario por unas cuantas horas. El acercamiento para poder ser militar fue algo fortuito, un día vio a unos elementos del ejército por Sánchez Celis, un ejido de Eldorado por donde vive, el joven les dijo a los castrenses que quería ser soldado, los uniformados le dijeron que sí, que acudiera a una base militar, y se le podría cumplir su anhelo.
Aída Zazueta Torres, su abuela, es quien ha cuidado toda la vida a Jorge, desde que era un niño fue testigo de como el pequeño no hablaba después de la meningitis, no caminaba, no se veía un futuro que mostrara algo de certidumbre para el pequeño, sin embargo, con mucho amor y terapias, Jorge cada día tiene una mejor calidad de vida.
Su abuelita fue quien acudió a El Sauz para pedirle a los militares que dejaran ser a su hijo un soldado por un día, ella conversa que la respuesta fue un sí desde el principio, sin embargo, por cuestión de trámites tardó más de un mes que todo quedara listo.

Jorge Alfonso recibió un uniforme con su nombre.
Jorge se levantó desde las 4:00 horas, no fue algo muy común, pero la ocasión lo ameritaba. Llegó a la base militar con su familia, él ya era esperado por elementos de la Policía Militar, mismos que le dieron la experiencia de ser uno de ellos por un día.
Los soldados metieron a Jorge a un cuarto de la base militar, a los 10 minutos sale uniformado al igual que ellos, con botas y uniforme camuflado, la ropa oficial del Ejército Mexicano; mostraba una sonrisa de oreja a oreja, sonrió a los medios de comunicación presentes, estaba entusiasmado, feliz, como pocas veces lo ha estado en su vida, comparte se abuela.

El Comandante José Luis Valdez Chávez acompañó a Jorge Alfonso.
"Hoy se puede decir que está un poco mejor, mucho mejor", dijo.
--¿Se puede decir que es uno de sus mejores días?
--Sí, él no caminaba, ni hablaba, la terapia le ayudó mucho, muchísimo... él dejó de caminar tres años, él nació bien, pero se enfermó a los dos años de meningitis, y de ahí para acá dejó de caminar y de hablar, estaba paralizado.
Doña Aída es quien se ha hecho cargo de Jorge siempre, ver así de feliz a su nieto casi le sacan las lágrimas. Ella ha estado con él durante toda su rehabilitación, lo ha llevado a varias ciudades para mejorar su calidad de vida, y no tiene reparo en decir que lo que hoy están viviendo ambos es un sueño.
"Yo lo llevé a terapia muchísimo tiempo, Tijuana, Los Ángeles, y a donde me digan que lo lleve lo llevo, ahora el doctor de él me mandó con los bomberos, que él se ilusione con algo", platica.
--¿Se imaginaba que su nieto iba a andar por acá alguna vez?

El joven pudo presenciar parte de los entrenamientos de los soldados.
--Nunca, es un sueño para él y para mí también.
Uniformado, al igual que los soldados de la Policía Militar, Jorge y su familia pasearon por El Sauz, los elementos del Ejército le enseñan partes de la base, el joven se mostró extasiado, siempre con una sonrisa en el rostro, no deja de poner atención a lo que el Comandante de la Tercera Zona Militar le decía.
José Luis Valdez Chávez fue quien le dio el recorrido, el Comandante estuvo al pendiente del joven durante todo el trayecto, él y los soldados que tiene a su mando le explican cada cosa que se hace en la base militar. Lo enseñan cómo utilizar el bastón de defensa, él miraba atentamente, no dejaba de poner atención y de asombrase de la disciplina de todos en el Sauz.
Le muestran los equipos de comunicación, a Jorge se le permitió hablar por ellos y dar instrucciones a los soldados, la experiencia que vivió fue única.
También le enseñaron cómo trasladar a un soldado herido, sin embargo lo que más sorprendió al joven es la demostración canina, ahí ve lo adiestrado que están los perros, él jugó con uno de ellos, y vio como los canes con más experiencia hacen trucos por una pista de obstáculos demostrando su capacidad.
UN SOLDADO NUNCA DEJA DE SERLO
Al final a Jorge se le dio un reconocimiento que le entrega el Comandante José Luis Valdez Chávez, él le dijo que se podrá quedar con el uniforme, pero que no salga así fuera de su casa con él, ya que es oficial de las Fuerzas Armadas, Jorge lo abrazó y no se cansó de dar gracias; le preguntó al militar si podrá venir de nuevo, le dijeron que sí, las puertas de El Sauz siempre estarán abiertas para él, ya que un soldado nunca deja de serlo, aunque haya sido sólo por un día.

