"Kokina, pionera en el monitoreo de basura espacial"
noroeste.com
La astrónoma rusa Tatiana Nikolaevna Kokina Yurova, responsable del Centro de Astronomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa, es pionera en México en el monitoreo de basura tecnológica espacial, debido a la instalación en Sinaloa del Observatorio Astronómico de la UAS.
El Observatorio inició con la donación en el año 2010, del equipo por parte de la Red ISON (International Scientific Optical Network), mismo que fue instalado en la Reserva Ecológica de la UAS, ubicada en el municipio de Cosalá, señala la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Las observaciones, investigaciones, análisis y resultados de dicho observatorio son enviados al Instituto Kéldysh de Matemática Aplicada, en Rusia, dice el reportaje, que también indica que Kokina, originaria de Rusia, se trasladó a Sinaloa hace poco más de 30 años, donde forjó una familia y consolidó su carrera.
La científica se ha dedicado durante décadas a la impartición de las asignaturas de astronomía y astronomía geodésica en la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Espacio de la UAS.
Y desde 2012, la maestra en ciencias es responsable del monitoreo de basura tecnológica espacial, que forma parte de la Red ISON FAC, y es el tercero en América Latina.
Entre los descubrimientos de basura tecnológica espacial que ha realizado el Observatorio a su cargo durante cuatro años, dijo Kokina, están fragmentos de satélites, algunos que cambian su órbita y que ya no funcionan, pero que se mueven arriba por decenas o centenas de años.
“Hablamos de una altura de 36 mil kilómetros de satélites estacionarios. Algunos de estos satélites se pierden porque ya son viejos, terminó su vida, pero están allá”, señaló la encargada del Observatorio astronómico de la UAS.
“La basura consiste en desechos de cohetes que sirven para propulsar y colocar satélites artificiales en órbita o de sondas de exploración enviadas a otros planetas. Cada vez hay más objetos. Algunos centímetros de antenas de satélites, pero son miles de fragmentos ubicados en diferentes órbitas. Hay órbitas cercanas a la Tierra, una a 10 mil kilómetros y otras geoestacionarias a 36 mil kilómetros. Hay además muchos satélites inactivos que siguen orbitando nuestro planeta y objetos relacionados con misiones en caminatas espaciales realizadas por astronautas”, dijo Kokina a la Agencia Informativa de la Conacyt.
“En México hay tres o cuatro satélites de comunicación que dan servicio a todo México. En algunos casos tenemos que los dos satélites pueden pasar uno cerca de otro, o un fragmento de basura puede pasar cerca de un satélite. Con base en nuestro trabajo y las coordenadas de estos objetos, ellos pueden ver que un objeto se acerca a otro objeto y buscan prevenir un choque de un satélite, y así desviarlo para que no choque con otro. Esto se realiza en comunicación con la Red ISON”, explicó la científica rusa.
Kokina señaló también, que debido al buen desempeño de la UAS en el monitoreo, la Red ISON propone donar otro telescopio que también se ubicará en Cosalá.
