La adrenalina de salvar vidas se convierte en una adicción: Emir Chávez, ‘Bombero del Año’ en Culiacán

CULIACÁN._ Suena la chicharra, señal de una emergencia, la vida de una o varias personas está en riesgo, en un par de minutos el cuerpo de Bomberos de Culiacán debe estar vestido con el traje especial contra incendios, botas, guantes y casco, el tiempo es oro.

Se siente una emoción que recorre todo el cuerpo, una adrenalina que te impulsa a moverte con agilidad, cada minuto cuenta, el camión de bomberos enciende la sirena y se abre paso entre el tráfico.

Llegan al lugar y se trata de un incendio, un derrumbe, el derrame de químicos tóxicos, los Bomberos descienden con rapidez del vehículo, hay gritos, llanto y tensión en el ambiente, la emoción y adrenalina que se sentía antes, se intensifica, sientes que se te sale el corazón, pero no te detienes ni se te nubla la vista, actúas, pones en práctica lo aprendido en los simulacros y capacitaciones, el único objetivo en mente es salvar vidas.

Así es un día normal de un bombero, un día común en el que el estrés y la adrenalina domina su cuerpo, ¿la paga? la gratitud de las personas y la satisfacción de salvar vidas y rescatar personas.

Solo eso, porque muchos de los bomberos son jóvenes voluntarios que realizan su labor por vocación, es el caso de Emir Chávez Fajardo, un joven de 24 años de edad con siete años de experiencia en el departamento de Bomberos Culiacán, quien ha participado en cientos de incendios, accidentes automovilísticos, rescates acuáticos, fugas de gas, derrames de químicos o incidentes con materiales peligrosos.

Ingresó como voluntario cuando tenía 17 años, desde entonces ha tomado diversos cursos y capacitaciones en la Asociación Mexicana de Bomberos y diversas instituciones. Su formación principal consiste en estructuras colapsadas como sismos o derrumbes.

Con tristeza recuerda el derrumbe del techo de una zapatería en el centro de Culiacán, hecho del que esta semana se cumple un año, Emir y su equipo fueron los primeros en llegar al lugar e iniciar las labores de rescate, su rápida acción ayudó a salvar vidas en ese momento.

“La compañía de nosotros fue la primera en llegar al lugar, fuimos los primeros respondientes”, recordó Emir Chávez.

“Desafortunadamente siempre que salimos a una emergencia es porque alguien corre peligro, porque alguien está en riesgo, porque a alguien le pasó algo, pero es parte de nuestro trabajo, nuestro trabajo es ayudar a las personas”.

Por su logros y aciertos dentro de la corporación, el pasado 22 de agosto, Día Nacional del Bombero, Emir Chávez Fajardo recibió el reconocimiento de ‘Bombero del Año’ por el departamento de Bomberos Culiacán.

Estar dentro de un incendio o situación de emergencia es algo que muchas veces rebasa a las películas de ciencia ficción, dice Emir, y sentir esa emoción y adrenalina por ayudar a los demás puede llegar a ser adictivo.

“En el momento y en la mayoría de las emergencias que son como muy frenéticas nada más piensas en lo que hay que hacer, en el trabajo del momento, piensas nada más en tu trabajo, visualmente es algo increíble estar en medio de un incendio, de un derrumbe, es algo que parece de película, de hecho la mayoría de las veces parece que supera a la ficción por mucho”.

“Es algo que va generando un tipo adicción a la adrenalina, a la acción”, confesó.

Emir Chávez es egresado de la Universidad Autónoma de Occidente, se tituló como como Licenciado en Administración de Empresas, además de bombero y su pasión por ayudar en situaciones de emergencia, es escritor.

Ha publicado dos libros de poesía, el primero División del norte donde representa el amor, la solidaridad y la cadena de ayuda que unió al país a partir del sismo del 19 de septiembre de 2017 en Ciudad de México.

Su segundo libro El Baile de las Sombras, está enfocado a la adaptación del sufrimiento humano ante una pérdida de un ser querido y el camino de la superación.

El joven de tan solo 24 años de edad ganó el Premio Estatal de la Juventud 2020 Rafael Buelna Tenorio en su décimo quinta edición y actualmente es uno de los jóvenes sinaloenses que están cambiando la sociedad.

“Nuestro trabajo es ayudar a la gente, eso nunca va a cambiar”, expresó.