‘La literatura debe contar lo que incomoda y duele’: Eduardo Antonio Parra
CULIACÁN._ En la literatura se debe contar lo que no se quiere contar ni aceptar; lo que incomoda y lo que duele, afirmó Eduardo Antonio Parra durante la presentacion de la reedición de su libro “Nostalgia de la sombra”, en la Feria Interncional del Libro Culiacán 2025.
Para el escritor mexicano, la vida pulcra y perfecta que se presumía en Monterrey, su hogar, contrastaba con la vida rápida y hostil que giraba en torno de los barrios a medianoche.
“Yo decía esto está vibrando bestia, está vibrando de una violencia contenida y en algún momento va a explotar”, dijo.
“Siempre he pensado que la literatura debe ir a contracorriente de lo que se considera en sociedad. Así cuando decimos: mi México lindo y querido, entre todos bien bonito. No, ni madre hay que contar todo lo que no se cuenta o lo que no se quiere aceptar”.
“Nostalgia de la sombra” fue la primera novela de Eduardo Antonio Parra, publicada originalmente en 2002 y agotada desde hace años, tras iniciar como escritor de cuentos.
La obra vuelve a los lectores gracias a Editorial Era y al Fondo Editorial Nuevo León, que recuperaron el título por su relevancia dentro de la narrativa contemporánea del norte del País.
Durante la exposición, se recalcó que “Nostalgia de la sombra” simboliza un punto de quiebre en la trayectoria del autor: su tránsito del cuento a la novela, motivado por la necesidad de explorar a profundidad la psicología de sus personajes.
La obra sigue a Ramiro Mendoza Elizondo, un trabajador común que, tras ser asaltado, comete un homicidio que transforma su vida para siempre y lo sumerge en los bajos fondos de Monterrey.
Desde ahí, la novela despliega una mirada íntima y oscura sobre la ciudad, a contracorriente del discurso dominante que durante décadas la presentó como modelo de prosperidad y orden.
La presentadora Elizabeth Moreno destacó que Parra “desmonta los estereotipos del norte” y humaniza a los personajes que habitan los márgenes sociales: migrantes, trabajadores fronterizos, mujeres explotadas, alcohólicos, delincuentes o familias rotas.
“Es un escritor que hace visible lo invisible”, puntualizó.
“Su obra funciona como una memoria literaria de la violencia del México contemporáneo”.
El escritor recordó que parte de la novela nace de su experiencia como editor de nota roja en Monterrey antes del auge del crimen organizado.
Además, el autor atribuyó su prosa emanaba de influencias como José Revueltas y el impacto pictórico de figuras como Francis Bacon.
“Yo pensaba contar esa parte de Monterrey que me gustaba en los bajos fondos... ¿Por qué estos espacios? Por un lado, porque significaban el subterráneo de la sociedad, pero, por otro lado, porque todos los conocí, incluso el penal que sale en Nuevo Laredo”, señaló.