‘La última palabra es ‘resucitó’, que es la promesa para todos nosotros’: Obispo
CULIACÁN._ Los fieles y creyentes de la iglesia católica presenciaron el Viacrucis en carne y hueso dando inicio al Triduo Pascual con la rememoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
El acto simbólico inició a las 9:00 horas en la Catedral de Culiacán con una misa impartida por el sacerdote de la basílica Jonathan Ureña y el seminarista Jesús Ruiz, donde hablaron del significado de la conmemoración.
Los integrantes del Centro Pastoral Pascual de la zona sur fueron los encargados de organizar el Viacrucis viviente que recorrió la avenida Álvaro Obregón con cientos de fieles espectadores.
Este acto de piedad se realiza para recordar cuando Dios sacrificó a su propio hijo para salvar a la humanidad, según las Sagradas Escrituras y a su vez, para acercar más a los creyentes a la formación católica.
“Hoy Viernes Santo estamos ante la cruz de Jesús, mañana ante la tumba y el domingo ante Cristo que es resucitado porque es Dios y el mal no triunfa sobre el bien, la vida triunfa sobre la muerte en Cristo”, expresó el obispo de la Diócesis de Culiacán, Jonás Guerrero Corona.
La representación del primer día del triduo empezó a las 9:35 horas cuando Jesús fue sacado a la fuerza de la Catedral, subió la cruz al hombro y a punta de látigos se dirigió al Ayuntamiento de Culiacán, donde la muchedumbre lo condenaría a muerte frente a Poncio Pilato.
Jesús cargó una cruz de 50 kilos rumbo a la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe para recibir su injusta sentencia, la cual muchos creían sería el final, aunque él sabía que solo era el comienzo.
Hoy 7 de abril es el primero de los tres días de la Pasión Muerte y Resurrección de Cristo, que inicia en su crucifixión y termina cuando Jesús de Nazaret vuelve a la vida al tercer día.
“La última palabra no es ‘murió en la Cruz’, no es ‘fue enterrado’, la última palabra es ‘resucitó’, que es la promesa para todos nosotros”, agregó el obispo de la Diócesis de Culiacán.
Caída tras caída, Jesucristo y los 34 jóvenes que interpretaron a los personajes bíblicos llegaron a la Lomita a las 10:50 horas para ejecutar la condena de muerte junto a Gestas y Dimas, los asaltantes que fueron crucificados al lado de Jesús.
El obispo habló sobre el propósito de vida que Dios le asigna a cada uno de sus hijos, como fue el caso de Jesús, quien cumplió con su destino obedientemente, pese a la agonía que le generó, por un bien mayor.
“Aun lo adverso, el dolor, el sufrimiento, el juicio injusto, el juicio sumario a mano levantada que le hicieron cuando gritó la asamblea ‘crucifícalo’ lo asume y le da un sentido”, destacó el padre Jonás.
Por su parte, Miguel Castro, quien encarnó a Jesucristo hoy por la mañana expresó que a pesar del cansancio y el dolor de los latigazos no cambiaría esta experiencia por nada.
“El esfuerzo y sacrificio ya se aligeró, un poco cansado sobre todo por el recorrido, pero yo creo que más que el cansancio, no lo siente uno porque lo hace con amor”, dijo Miguel.
Aprovechó para invitar a la ciudadanía a apegarse más a la religión católica par abrirse a nuevas experiencias que la iglesia puede brindar, como su oportunidad de interpretar a uno de los personajes más importantes del cristianismo.
“Sobre todo que no se fijen en lo que hay en el mundo a fuera, que también vean las cosas bonitas que hay dentro de la iglesia”, concluyó.