"Le 'chulean' vocho... y se lo incendian"
A Juan Carlos su "vocho" se lo "chuleó" un hombre entre 22 y 26 años de edad mientras decidía amanecer en casa de una amiga.
El joven, dueño de la unidad, es estudiante del Tec de Culiacán próximo a graduarse como ingeniero en Mecánica Eléctrica.
En la madrugada cuando llegó a casa de su amiga en la colonia Ampliación Buenavista había unas personas en la vivienda de al lado.
Estacionado el carro, uno empezó a hacerle preguntas, una de ellas, que si era de él y que estaba bien "padre".
Cuando le activa la alarma, con voz amenazante le pregunta para qué lo hace.
"¿Por qué será?", le responde.
El hombre de la colonia destacó que los "vochos" están "padres" porque en los retenes la policía no detiene esas unidades.
"Me pidió las llaves, yo le dije que no y como que se molestó el chavo, eran como las cuatro de la mañana cuando pasa esto, me voy a dormir, a las seis me van a decir que se está quemando el carro y ya no están los plebes", narró Juan Carlos.
Cuando le avisan que su carro se está quemando, corre y alcanza a verlo todo en llamas. Horas después, cuando asimila el caso, llama al 911 para registrar el hecho.
Llegó una patrulla, no lo vio y se fue. Volvió a marcar, se le dijo que se la enviarían de nuevo. Esperó, nadie regresó. Entonces acudió al Ministerio Público a presentar denuncia.
Su carro fue pérdida total, pidió una grúa y lo llevó a vender los fierros.
Expone que no sólo fue un daño económico el que le hicieron. El "vocho", modelo 2000, tenía un valor emocional muy fuerte para él. Era de un tío que murió. Su tía se lo vende y le da facilidades de pago.
Cuando manejaba su Volkswagen sentía como si su tío lo acompañara, manifestó.
A través de mensajes de texto contó a su familia lo que había vivido durante la madrugada del domingo.
"Hoy en la madrugada alguien decidió que sería una gran idea prenderle fuego a mi 'vocho', y pues ya no hay más 'vocho', no sé cómo sentirme, no entiendo si realmente me lo merezco, pero me he quedado sin carro después de un año de chinga tras chinga para sacarlo adelante".
Cuando lo vendió como fierro viejo dijo a la familia que su carro, el "campeón", se había ido.
"El 'vocho' más allá de lo material, siempre me hizo sentir que mi tío Porfirio me acompañaba, en cierta forma a donde iba, y al igual que él, nunca me dejó tirado", enfatizó a su familia.
En fin, la vida sigue, narró.
Presentó denuncia pero no cree se detenga al o responsables del acto vandálico contra su unidad.
"Es un barrio medio delictivo, incluso entre la misma gente se cubrían todo, incluso cuando llamé a la Policía me cuestionaron por qué estaba llamando a la Policía", expresó.
Juan Carlos mencionó que ya no regresará a la colonia Ampliación Buenavista.
Además, su amiga se cambió de casa a raíz del incendio a su carro.
"La vida sigue, no hay de otra", reiteró en entrevista con Noroeste.
