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Historia

‘Mientras pueda puchar la carreta de paletas, pues ahí voy andar’, expresa don José

Durante su vida, fue el oficio de paletero lo que lo ayudó a salir adelante cuando no encontraba opciones de trabajo

CULIACÁN._ A paso ligero y desde hace más de 30 años, José Matilde Aispuro, un hombre de la tercera edad, empuja su carreta de paletas sobre el escueto camino del parque Constitución en espera de que algún turista de la zona compre alguna paleta o una nieve.

Por la necesidad de trabajar, desde Durango, Matilde Aispuro migró a Sinaloa en busca de un oficio que le ayudara a subsistir y de tanto intentar como albañil, por pura casualidad y urgencia tomó un carretón de paletas y se inició en la venta.

“Busqué y busqué como una semana con la albañilería y no pude encontrar que ya estábamos completos y yo necesitaba trabajar. Pasaba un paletero por mi casa y me dijo agarre un carretón de paletas y pues le atinó porque en ese tiempo se vendían más y yo no sabía, entonces agarré un carretón de paletas, pero uno echándole ganas mantiene a la familia”, explicó.

Durante su trayecto, don José recuerda cómo, en años anteriores este oficio era bien pagado y sobretodo reconocido por sus hijas que, junto a él recorrían las calles del barrio y el Ranchito.

“Cuando estaban chiquillas sí (me las llevaba conmigo), le decía ven camina y vamos y me las llevaba para allá al barrio, para el ranchito, para todos lados me acompañaban. Ya después ya no, ya nomás crecieron ya les da vergüenza andar conmigo”, mencionó.

Aunque lo dice a medias, José halla en su vida un poco de arrepentimiento por no haber estudiado, pero a medida que habla recompone su idea y expresa que no cambiaría nada de su oficio.

De acuerdo a las cifras de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) en 2023, en México del total de trabajadores el 5% son adultos de 65 o más.

A pesar de su edad, y de la situación difícil en la que se encuentra y de la cual no quiere hablar, cada mañana toma el camión que lo deja cerca de lugar donde resguarda su carretón y se pone en marcha a puchar la carreta.

“En esto me quedé y ahora digo, mientras pueda puchar la carreta, pues ahí voy andar”, concluye.

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