"Millenials y jóvenes ya no quieren ser sacerdotes"
La Iglesia católica tiene cada vez menos postulantes a ser sacerdotes, porque los perfiles actuales son de la llamada "Generación Millennial", que son jóvenes caracterizados por poseer una personalidad crítica y adentrada a resolver sus dudas a través de las nuevas tecnologías, pero con un alejamiento a los círculos sociales amplios.
Esa generación es llamada Millennial por haber en los 80 y 90 y se les llama asi porque con el milenio ya serían adolescentes y adultos y con la rapidez del desarrollo con la globalización, por eso, dice el sacerdote Eduardo León Galindo, es necesario acompañarla y ayudarla con los conocimientos de otras generaciones.
"Es una generación que tiene ciertas características, no hay que dramatizar, son características coyunturales, grandes ideales, grandes capacidades que yo creo que hay que tomar en cuenta", señala.
"Los muchachos de nuestros tiempos van a responder con lo que tienen, y si nosotros somos de otra generación hay que ayudarles con lo que hemos aprendido".
León Galindo es el Rector del Seminario de Culiacán, una institución que tiene a 85 jóvenes en proceso de formación para ser sacerdotes, una carrera que ha sido vapuleada por los escándalos que se han desarrollado dentro de la Iglesia católica.
Por citar algunos, los casos de pederastia en Estados Unidos, España y México, como sucedió con las acusaciones en contra de la organización Legionarios de Cristo y el sacerdote Marcial Maciel. También se ha visto inmiscuida en acciones de trata de personas y tráfico de dinero. Por otro lado, esa misma institución ha sido cuestionada por manejos de recursos económicos y la oposición férrea a decisiones políticas como los matrimonios igualitarios y el aborto.
Pero no todo es eso, defiende la Iglesia católica en posicionamientos y discursos dados por clérigos de forma pública.
Sin embargo, esa es parte de la información con la que creció la generación Millennial y no es de desconocimiento para sacerdotes como León Galindo, quien agrega que esta también lo hizo mientras se agudizaron "disvalores" en los hogares y las escuelas.
--¿Cuáles son esos "disvalores"?
--Por ejemplo, hay muchos jóvenes que toman el camino de la vía de la droga, el narcotráfico u otros caminos, producto del relativismo moral, del materialismo que están ahí como en nichos muy identificados".
"Por otra parte habría que rescatar entre todos lo que toca a la Iglesia, lo que toca en particular al Seminario, lo que toca a las familias, a las instituciones educativas, a la escuela, hay que ir como a lo esencial, por ejemplo el ser honesto, que sea un camino de felicidad y plantearlo así".
No todo son esos "disvalores", señala, también hay falta de seguridad de definición en la toma de decisiones importantes, como el asumir una responsabilidad con situaciones como el matrimonio o el trabajo.
"Por todo ese contexto de valores que presenta la juventud de nuestros tiempos, por ejemplo, a la hora de las decisiones definitivas, de decidir algo pero con esa característica de definitividad. Los muchachos ahorita no captan exactamente como quizá generaciones anteriores captaban", dice.
León Galindo cree que por esa falta de seguridad y de una madura toma de decisiones, hay también una lógica disminución de perfiles para ingresar al Seminario.
Hoy no todos los jóvenes quieren ser sacerdotes, pero Hay esperanza, dice.
"Hay esperanza, sí, yo tengo 11 años de experiencia y hay muchachos que quieren y siguen teniendo la inquietud de ser sacerdotes", afirma.
Pero tampoco todos pueden serlo, agrega.
"Hay jóvenes que se interesan por el tema, pero ahí entra un tema complejo a la hora de seleccionar a los muchachos, ahí es ayudarles a discernir si eso es lo que quieren", indica.
"Encontramos jóvenes que quieren ser sacerdotes, aunque no lo crean, sí, sí encontramos. Ahora la responsabilidad es acompañarles para ver si ellos tienen lo que necesitan para responder a esa vocación y ser felices en el ministerio".
La complejidad que refiere León Galindo es la indecisión y todos aquellos episodios históricos que arrastra la Iglesia que no han sido saludables a la imagen, por eso, señala, se prefirió ser exigente para seleccionar personas.
"Hemos agudizado los factores de selección para el ingreso al Seminario, eso ha sido uno de los elementos que a veces hemos filtrado por las exigencias de nuestros tiempos", indicó.
"…Nosotros hemos encontrado que como institución, somos una institución que busca cierto perfil de idoneidad y hemos acotado esos aspectos, en orden de que a quien ingresa tenga durabilidad y permanencia en el proceso, hemos privilegiado es".
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SIDEBAR
Vocación de vida auténtica
El Seminario de Culiacán, que dirige León Galindo, mantiene 85 seminaristas. 5 de ellos están en el proceso previo al sacerdocio.
Cuando se le dice a Eduardo León Galindo que esos 85 seminaristas suenan pocos, él revira, asegurando que en sus 11 años como Rector el promedio de ordenación siempre ha sido que de 20 postulantes, sólo 7 se ordenan.
Él defiende la institución y su vocación. Asegura que es una opción de vida de autenticidad y plenitud, pero que debe actualizarse en todo momento para mantenerse vigente en todas las generaciones y no sólo en las que antecedieron a la generación Millennial.
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PIES DE FOTOS (METER LAS DOS FOTOS)
El Seminario de Culiacán mantiene 85 seminaristas. 5 de ellos están en el proceso previo al sacerdocio.
Eduardo León Galindo, Rector del Seminario de Culiacán.