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"En combate a narcopolítica"

"'Nada qué esperar del nuevo Gobierno'"

"'Todavía yo no veo nada en Sinaloa que me esté dando pautas de que las reglas del juego están cambiando, ni en el próximo Gobierno (de Quirino Ordaz Coppel), ni en este (de Mario López Valdez)", señala en entrevista Edgardo Buscaglia, experto en crimen organizado"
15/10/2016 02:11

No hay una señal, una sola, de parte de la clase política, que nos indique que va a terminar este infierno. Es la sentencia de Edgardo Buscaglia en entrevista con Noroeste.

Si con Enrique Peña Nieto al frente del país ha empeorado la violencia relacionada con el narco, poco se espera en los estados, concluye el experto internacional en crimen organizado.

-- ¿Ve en Sinaloa algún viso, alguna esperaza de desmantelar el 'narco Estado, la narcopolítica?

No, ninguna, hasta ahora no, hasta ahora yo no lo veo, no lo veo ni con las medidas que ha tomado Sinaloa, ni con las medidas que ha propuesto Javier Corral en Chihuahua, que es una zona del Cártel de Sinaloa, no veo todavía.

-- Sinaloa está en la víspera de un relevo en el Gobierno estatal, qué esperar del próximo Gobierno...

Nada, habrá que ver qué proponen en los hechos. Yo siempre trato de ver qué quieren hacer los gobiernos, a ellos les encanta hacer show. A veces voy, a veces no (invitaciones a dar charlas). Y cuando voy y comienzo a saber si realmente tienen acciones concretas para implementarlas, te das cuenta que hay todo un silencio, un vacío total. Todavía yo no veo nada en Sinaloa que me esté dando pautas de que las reglas del juego están cambiando, ni en el próximo gobierno, ni en este.

Clave: romper estructuras

La emboscada a militares del 30 de septiembre en Culiacán, que costó la vida a cinco soldados y dejó heridos a diez más, incluyendo a un paramédico de la Cruz Roja, atrajo los reflectores nacionales a Sinaloa, con fuerza: se tocó al Ejército.

Muchos más reflectores que aquel 11 de septiembre de 2004, víspera del fin del sexenio de Juan Millán, cuando asesinaron a Rodolfo Carrillo Fuentes, hermano de Amado, El Señor de los Cielos, en la plaza Cinépolis en Culiacán.

El hecho desnudó la protección de la Ministerial a narcotraficantes.

Y hoy, se repite la historia, la sospecha.

La tesis que actores del Estado protegen a grupos criminales es una las líneas de investigación de la federación. Y eso ha prendido "focos rojos" en el Gobierno de Mario López Valdez, que ya se va.

Pero para Buscaglia, autor de libros como Vacíos de Poder en México y Lavado de Dinero y Corrupción Política, la emboscada se inscribe en un contexto de muchos ataques del narco al Estado mexicano. El de Culiacán, dice, trascendió por sus consecuencias sangrientas, por realizarse en plena ciudad, y sobre todo, por los reflectores mediáticos y las redes sociales.

"Es una agresión más de las muchas que conozco", afirma el catedrático de la Universidad de Columbia en Nueva York. En realidad, dice, muchas agresiones no salen a la luz periodística.

Como aquella que no le contó nadie, que él vio con ojos propios, en julio de 2015, al acompañar como observador a jóvenes de la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales en Chiapas, y de la cual, "los periodistas ni se enteraron".

Los propios fiscales del Estado, revela, eran atacados y asediados por las propias fuerzas policiales del Gobierno del Estado de Chiapas.

"Date cuenta que este tipo de situación, como la que ves en Sinaloa, se está dando en muchos lugares, secuestraron a los fiscales federales de Fepade, los tuvieron secuestrados, se podría imputar causa por secuestro, cosa que no salió a la luz, yo lo vi con mis propios ojos", mencionó.

Por ello Buscaglia no se anda con rodeos. El tema de fondo, dice, es, sigue siendo la narcopolítica. Y esta historia no cambiará mientras no se combata la red de políticos que dan protección al crimen.

"A los grupos criminales los desmantelas rompiéndoles, desmantelando a sus protectores políticos, que en el caso de Colombia era más del 63 por ciento del Congreso colombiano. En el caso italiano era más del 75 por ciento en el parlamento italiano, todos esos políticos fueron procesados; tienes que romperle la estructura de protección política, tienes que romperle la estructura de protección empresarial y económica en los sectores legales de la economía, decomisando miles de millones de dólares; en Colombia, te doy un ejemplo, en cuestión de 6 años decomisaron y extinguieron el dominio de 14 mil millones de dólares de empresas ligadas a la delincuencia organizada", dijo.

Pero en México, subraya el presidente del Instituto de Acción Ciudadana, persiste ese pacto de impunidad política.

"Y hasta que no comienzas a hacer esas dos cosas, no vas a poder desmantelar el poder operativo de estos grupos criminales, y van a seguir atacando al Ejército, a policías, y a pedazos de Estado que quieran hacer su trabajo".

El 'dulce' dinero de narcos a políticos

En México, sostiene Buscaglia, hay pedazos de territorios donde las autoridades no pueden entrar, como sucedía en Colombia en su peor etapa, los años 80.

Esas historias son las que hoy vemos en zonas de Sinaloa, Michoacán, Tamaulipas, Chihuahua...

"En la sierra de Chihuahua", añade el investigador, "no puedes entrar a zonas; la policía federal ni siquiera se atreve a entrar, y si entra es con el permiso de los grupos criminales, entonces tienes una situación donde la clase política no quiere dar el brazo a torcer, porque no quieren que miembros de sus partidos vayan a la cárcel, no quieren perder poder político".

"Es muy dulce financiar campañas políticas en un país como México, o como Colombia en los 80, o como Pakistán hoy, es una vida muy dulce; estos políticos reciben un millón de dólares, se quedan con 500 mil, gastan 500 mil, nadie da cuenta a nadie, nadie audita a nadie, no es el problema de los partidos políticos, reciben dinero del Estado, el problema son las campañas y los candidatos", comentó.

-- El panorama es desalentador...

Todavía sí, pero lo más triste es que sabemos lo que se tiene que hacer y no se hace. Es alentador en el sentido de que se sabe qué hay que hacer para terminar con este infierno, pero no se está haciendo por un pacto de impunidad, donde nadie se quiere quedar sin silla. Lo más importante que tiene que entender México y la sociedad civil es que la delincuencia organizada se limpia de arriba a abajo, desde el Presidente hacia abajo, y en los países donde eso ocurrió, no de abajo hacia arriba; en esa medida se comienza con la clase política y con la clase empresarial más encumbrada, en todos los países del mundo ha sido así, esto no es muy atractivo para la realidad mexicana, pero en todos los países ha sido así. La limpieza de la clase política es la condición más importante (para combatir el problema) a través de auditorias de sociedad civil, auditorías de cada una de las campañas de todos los políticos, a través de una reforma a la ley electoral, para que las listas de candidaturas no sean confeccionadas a oscuras por caciques políticos, toda una serie de medidas que no se han tomado.

Será guerra... cuando 'caigan' políticos

Lo que vive México no es una guerra de narcos contra el Estado, acota Buscaglia. Lo que estamos presenciando son ataques de esa delincuencia fragmentada contra "pedazos de Estado".

"Cuando los capos mexicanos quieran realmente atacar, desde la cúspide de sus directorios al Estado mexicano, van a empezar a asesinar a presidentes y a secretarios de Estado, es lo que ellos hacen normalmente, cuando realmente se ponen en guerra contra los Estados", explica.

Es el fenómeno ya documentado en Colombia, en Italia.

"Los directorios de empresas criminales como la de 'El Chapo', 'El Mayo' y demás, cuando ellos decidan ir a la guerra contra el Estado mexicano, van a asesinar a presidentes o a secretarios de estado, a empresarios del más alto nivel, ellos operan así en todo el planeta. Es la experiencia internacional".

"Yo lo que no puedo decirte es que estoy haciendo una investigación como si fuese un fiscal, no lo soy, lo que digo es que en ningún lugar del mundo yo conozco casos en donde directorios de empresas criminales le declaren la guerra al Estado asesinando a soldados, normalmente se asesina a soldados para proteger negocios locales, cuando la cúspide de un grupo criminal como es Sinaloa le declara la guerra el Estado, empiezan a asesinar a presidentes, secretarios de Estado, hoy no lo hacen, porque no les conviene, estarían asesinando a sus socios".