|
"DÍA DE LAS MADRES"

"'No se me hace difícil ser mamá y policía'"

"Nohemí suma cinco años en la Policía Municipal como agente de prevención en las calles de Culiacán, actividad que ha compartido con el hecho de ser madre de dos jóvenes"
10/05/2017 07:44

De Nohemí, su esposo a veces dice en broma que los criminales deben más cuidarse con ella en la calle.

 

Ella misma se siente más "alocada" que su marido para cumplir esa función de patrullar la ciudad, y asegura que de sus hijos ha logrado que sean ciudadanos que respetan el reglamento.

 

Ha disparado en cumplimiento de su deber, ha exigido su arreglo floral en el Día de las Madres y ha sido, a veces en su casa, como el personaje de la película de Pedro Infante que grita "ya llegué, vieja; ya me voy, vieja".

 

Nohemí, que responde preguntas uniformada de azul, con una glock enfundada a su derecha y con el rostro maquillado para no perder el glamour, es una de las decenas de madres de familia que protegen y sirven a Culiacán, que forman parte de una generación que ha hecho respetar a las mujeres, y su proceso natural de ser madres, en una corporación como la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.

 

Entra 'por mientras' y le gustó

La agente de la Policía Municipal, de 35 años, recuerda que entró a la corporación para luego buscar un puesto en algún área afín a su carrera como trabajadora social, sin embargo probó patrullar la ciudad y esto le dio mayor satisfacción.

 

Está casada desde hace cinco años con un agente de Tránsito, Omar Ontiveros, quien es dos años mayor y tiene más antigüedad en las fuerzas del orden.

 

Entrar a la Policía Municipal después de su marido, recalca, le ayudó para asimilar el trabajo, hacerlo más llevadero y ganar simpatía entre sus compañeros.

 

"Nos conocimos desde chiquitos, crecimos como vecinos en la colonia Lázaro Cárdenas y nos casamos bien chiquitos, hace 18 años; en ese tiempo, cuando nos conocimos, estábamos estudiando, ya habíamos salido de estudiar la prepa, yo decidí entrar a la academia cuando ya estábamos casados", recuerda Omar, su esposo.

 

A la fecha, suman 13 años de casados.

 

"Yo soy trabajadora social y para entrar aquí, pensé 'métete de policía, y a como sea te acomodas en un área que tú estudiaste'", recuerda.

 

"Pero ya no quise, me gustó ser más policía; es bonito, no sé, me gustó más... todos los días en patrulla; ahorita estoy en una delegación, pero mi trabajo es siempre en la patrulla", señala Nohemí.

 

A ambos se les cuestionó si no es difícil para una mujer patrullar las calles.

 

"Al contrario, que se preocupen los ciudadanos", bromea Omar.

 

"No me preocupa, porque está con todos los compañeros, aquí nos ayudamos unos con otros, está más segura que en casa", dice.

 

Sin embargo hay un pasado cercano que se repite, por la insistencia del ataque a los elementos de la Secretaría.

 

"Ahí en esa situación nos ponemos tensos, inmediatamente agarramos el teléfono, a ver cómo nos encontramos", agrega.

 

Los momentos que a veces llegan con estrés

Nohemí y Omar tienen dos hijos, ya convertidos en jóvenes, Alán de 17 y Erwin de 16.

 

- ¿Qué tan difícil ha sido criar a sus hijos siendo mujer policía?

Hay momentos en que sí llega el estrés, pero me han tocado buenos hijos; me tocaron buenos hijos, sí se me hace muchas veces difícil, lo que es reuniones, escolares, y que yo estoy de turno de día y él está de noche.

 

- ¿Se ha perdido las reuniones, los festivales?

Muchísimos; muchos me he perdido, ya están grandes, pero de más chicos, sí me decían: "mamá, no fuiste..." pero pues uno va más o menos manejándolo, "hijo tengo que trabajar", "si no trabajo no hay que comer, porque con un sueldo no nos alcanza" y ya entienden un poco.

 

El matrimonio comenta que desde hace días, su estancia en casa ha sido fugaz, los roles de papá y mamá se han tenido que alargar y el personaje de la película de Pedro Infante, que llegaba rápido a la vecindad a cambiarse de ropa y por comida, para luego retirarse a trabajar de nuevo, era algo muy parecido a lo que habían vivido.

 

"A veces nos hablamos y nos decimos: 'acabo de llegar, ya no te alcancé', y ni modo, a esperar", explica.

 

Nohemí se tiene que administrar en sus turnos de 8 horas laborales por 24 horas de descanso, combinadas a las ocho horas de su marido. A veces, coinciden, es más común hallarse entre operativos, pero sin manifestaciones físicas de afecto, como besos o abrazos.

 

- ¿Qué opina Omar de Nohemí como madre de sus hijos?

No, pues excelente; como quien dice, para mí es la mejor compañera que pude haber tenido, la verdad, como amiga, como esposa y amante y como compañera de trabajo también; cualquier cosa que tenemos, alguna duda la platicamos y está bien, nos gusta o no nos gusta, si hay algo que no nos parece, ahí la dejamos y la verdad hemos tenido mucha comunicación, y pues la verdad es que ya tenemos mucho tiempo conociéndonos.

 

- ¿Para Nohemí, qué es más difícil, ser policía o ser madre de familia?

A mí nunca se me ha hecho difícil ninguna de las dos cosas, pero por lo mismo, porque cuando yo empecé a trabajar aquí, él (su esposo) ya estaba aquí; mucho de lo que aprendí es porque él me lo ha enseñado... yo soy más alocada, más bronquita para esto y él mha e ha calmado. Como mamá tampoco se me hace difícil, porque como tenemos horarios diferentes, cuando no soy mamá yo, es papá él, siempre nos hemos manejado así. No se me ha hecho tan pesado, porque él me ha ayudado mucho, sobre todo en la cocina.

 

- Y sus hijos, ¿cómo se portan?

Me tocaron niños calmaditos, que con un grito, una nalgadita tienen; y ahorita ya están grandes, ellos ya saben lo que tienen que hacer; sí, son muy buenos niños, no salieron groseros, son muy dados a que cada quien su obligación, desde chiquito les ha tocado seguir el "reglamento". Más que mano dura, sí trabajamos, les tocó mucha guardería, que los ciudaba la abuelita, ya están más impuestos a obedecer; de chiquitos no rayaban paredes, porque casi siempre estaban en lugar ajeno; así se han criado, como los hijos de otros policías, no se me hicieron rebeldones, ni cochinos.

 

- ¿No quieren más hijos?

Queremos un tercero, estamos ahí en tres y dos, quien quite y ahorita el Día de la Madre (bromean); máximo sería uno más; no porque, como antes decían: donde come uno, comen 10; no es cierto, no comen igual y no es la misma calidad de vida y otra es que el trabajo de nosotros no se da para tener muchos hijos.

 

'Hay menos reniego por mujeres'

La agente señala que hoy en día, una corporación como la Secretaría de Seguridad Pública ven muy diferente el hecho de que una mujer policía pueda ausentarse por el proceso de gestación y maternidad.

 

"Creo que de mi generación para delante se vino una remesa de muchas mujeres, entonces ya lo ven un poco más natural, antes se quejaban 'mira, otra vez está embarazada la fulana', y ahora lo miramos más natural y los intentamos apoyar los compañeros, ya los administrativos se encargarán de darle los otros cuidados", dijo.

 

"Siempre ha habido reniegos, pero creo que ahora hay menos reniego; si ando en la patrulla y quedo embarazada, ya empiezan a mandarme con el médico por el embarazo, ya llevas los papeles donde no puedes andar subiendo y bajando a la patrulla, ya de otro modo", cuenta.

 

Para este Día de las Madres, Nohemí ya no espera arreglos florales, como habitualmente hacen las mamás colegas, sino que tienen otros gustos.

 

"Yo ya vi unas botas que me gustaron", bromea Nohemí.

 

También, agrega, chalecos, fornituras u otros accesorios que utilizan los policías.