Panteón de la 21 de Marzo recobra vida durante festejos del Día del Padre, en Culiacán

CULIACÁN._ A lo lejos se oye la música, se pierde entre el bullicio de las personas, el camino de tierra que lleva al panteón se llena de venta de flores y veladoras.

El cementerio de la 21 de Marzo recobró vida por motivo del Día del Padre, cientos de personas, desde tempranas horas, acudieron con globos, flores y utensilios para limpiar las tumbas donde se encuentran aquellos padres que ya no están en este mundo.

Después de un tiempo en que la pandemia no permitía el acceso a panteones durante los festejos, este día los culiacanenses aprovecharon para saludar a sus padres por motivo de su día.

Al interior del panteón se oyen las canciones de Los Tigres del Norte a volumen alto, la música sale de una camioneta que dice “Apá Regino”, está estacionada a un lado de una tumba y una familia se congrega alrededor, recordando al padre fallecido.

En medio de los vericuetos que se forman entre los sepulcros, está Carmen García con una escoba en mano, el sudor le recorre la cara y aumenta el sofoco con el uso del cubrebocas, ella está visitando a su padre, José Luis García, quien hace 8 años falleció.

“Mi padre era una persona muy feliz, le gustaba mucho la tomadera, pero era alguien muy alegre, lo extraño mucho”, comenta.

Mientras sigue barriendo y quitando basura que hay alrededor de la tumba donde se encuentra su padre, “le gustaba mucho la comida con picante, el pozole era su comida favorita”, dice.

Al recordar a su padre, se le entrecorta la voz y empieza el sentimiento de nostalgia, ya que comenta que hace mucho no había podido venir al panteón a verlo, ni en su cumpleaños, que fue el 28 de abril.

El calor no impide que esta hija pueda convivir de este modo y festejar el Día del Padre al lado de sus hijos, a quienes les platica cómo era su padre para que lo recuerden y siga vivo en la memoria de sus familiares, que aún lo recuerdan con cariño.

En otra sepultura, está Maricruz Ramírez, quien el año pasado no pudo asistir a visitar a su padre ya fallecido, que se encuentra en este panteón.

“A él le gustaba venir al panteón, nos traía cuando estábamos más chicos a visitar a los parientes ya muertos, pero también lo recuerdo como una persona muy alegre”, comentó.

Su padre, que pasó a mejor vida, dejó a cinco hijos vivos y 14 nietos, a quienes, algunos de ellos, no les tocó conocer al abuelo.

A los alrededores resaltan los globos de colores, las flores se mueven con el poco viento que corre, se ve pasar caminando a las personas con cubeta en mano, mismas que llenan de agua en las piletas, para regar las plantas y limpiar las tumbas.

Otros más prenden veladoras y hacen algunos rezos, mientras tratan algún modo de sentirse cerca de sus seres queridos que ya no están.

Algunos ”chirrines”, después de un época de poco trabajo debido a la pandemia, ofrecían sus servicios para amenizar y tocar canciones que le gustaban a los padres difuntos.

Es así que los festejos por el Día del Padre permitieron devolver la actividad y movimiento en el Panteón de la 21 de Marzo, que aunque no lució tan lleno como en años anteriores, sí mostró mayor afluencia en un contexto de pandemia que se vive actualmente.