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Payasos de Culiacán

Payasos de Culiacán, un gremio altamente golpeado por la pandemia

“... de pronto nos quedamos sin nada, hubo personas que entraron en depresión, que se quedaron prácticamente sin comer, hubo necesidad, gente que se tuvo que ir a trabajar de lo que hubiera y en donde fuera”, dijo Chispita de luz
03/12/2021 18:27

Con la llegada de la pandemia en marzo del 2020, miles de payasos se quedaron sin ingresos, circos, festivales, celebraciones y todo tipo de eventos fueron suspendidos, quedando a la deriva en la incertidumbre laboral.

Con la pandemia muchos payasos enfermaron, unos buscaron otros espacios para ejercer el arte del humorista y otros más tuvieron que dejar la peluca y el maquillaje para buscar suerte en las ventas o los servicios.

“Fue algo muy crítico para los que vivimos de esto, fue un golpe bajo, porque se nos cancelaron muchos eventos, se canceló mucho el trabajo para nosotros”, recordó la payasita Fify.

Cometín es un famoso payaso de Culiacán, cuenta que durante la pandemia que sintió solo y sin el cobijo de ninguna institución que viera por los payasos, es padre soltero de tres menores y por el miedo a contagiarse y dejar huérfanos a sus hijos, se dedicó a la venta de artículos por catalogo.

“Yo en lo particular me sentí solo, porque todo mundo se lavó las manos y nadie nos apoyó, el gobierno no hace un programa para la gente que hace cultura, yo me tuve que meter a la venta de catálogos y con eso me estuve manteniendo, porque tampoco podía salir a la calle porque si a mi me llegaba a pasar algo, yo soy padre soltero, y mis hijos, quién los iba a cuidar”, dijo con nostalgia el payaso Cometín.

Otra payasita comenta que le tocó ver cómo muchos de sus compañeros cayeron de depresión y otros tuvieron que salir a los cruceros a hacer malabares para ganarse el sustento de cada día.

“Se suspendieron todos los eventos, se suspendieron todas las actividades, había muchos contratos ya realizados, en marzo en abril ya estaban saturadas las agendas y de pronto nos quedamos sin nada, hubo personas que entraron en depresión, que se quedaron prácticamente sin comer, hubo necesidad, gente que se tuvo que ir a trabajar de lo que hubiera y en donde fuera”, expresó Chispita de luz.

“Hay payasos de eventos que no habían pisado un semáforo porque son de eventos de contrataciones y por la necesidad tuvieron que hacer malabares en los cruceros, en los semáforos”, dijo Fify.

Pese a las adversidades, los payasos han tomado la peluca y se han pintado los rostros, con sus atuendos de colores y sonrisas de oreja a oreja, dejan a un lado sus penas para transformarse en artistas de la alegría.

“Son tiempos difíciles pero lo más importante es que estamos bien, que sobrevivimos a la pandemia y ahorita tenemos muchas ganas de demostrar que tenemos energías y seguimos de píe con todo el entusiasmo de hacer reír a las personas” dijo Chispita de Luz.