Creación del Consejo de participación de niños y niñas y afiliación
de Culiacán al Laboratorio Internacional de Ciudad de Niños y Niñas

Propuesta realizada en el Eje Ciudad Ordenada y sostenible del Foro de Participación Ciudadana para la Integración del Plan Municipal de Desarrollo 2021-2024 del Municipio de Culiacán

Culiacán es, a nivel nacional, la ciudad número uno en mortandad en accidente vehiculares. Esto incrementa de manera significativa los costos en salud pública si sumamos personas heridas y fallecidas, además de las afectaciones indirectas por el sedentarismo que ocasiona la excesiva dependencia del automóvil o las enfermedades del corazón, pulmonares, diabetes, obesidad, etc. El modelo de movilidad urbana que le apuesta al uso excesivo del automóvil está en decadencia, los indicadores son claros.

El escenario de la ciudad de los automóviles en Culiacán está tan permeado en la sociedad que lo defiende hasta quien no lo usa. Esto genera una gran presión popular por la demanda de espacio para “facilitar su uso” y dificulta establecer la tan urgente como antisocial política de mitigar el uso del automóvil. Técnicamente la solución no es más calles, ni más semáforos, ni más señales; la solución está en invertir recursos para una movilidad diferente: Transporte público de calidad, condiciones óptimas para el uso de la bicicleta y, sobre todo, una mejor ciudad para los peatones. Pocos políticos se atreven a incursionar en esto.

Esta propuesta implica invertir en cosas que para muchos suena contradictorio: Excluir cajones de estacionamiento, reducir ancho y número de carriles vehiculares, hacer muchos pasos peatonales seguros (hasta que dejen de llamarles topes) y ampliar y reparar considerablemente las banquetas. Todo esto pudiese interpretarse como “afectaciones a los automovilistas”, pero debemos verlo como “beneficio para quienes deciden dejar de usar automóvil”. En la medida que se apliquen estas políticas la gente podrá optar poco a poco por prescindir de viajes motorizados. La máxima en movilidad urbana es “si quieres automóviles en la ciudad invierte en vialidades, si lo que quieres son personas invierte en las banquetas”. Y no caigamos en que lo urgente es primero porque lo urgente siempre será el bache de la calle y no el hoyo de la banqueta.

Cuadrante Cero consiste en establecer un perímetro central en la ciudad de Culiacán donde se establezcan reglas de movilidad pacífica, de baja velocidad y donde las intervenciones prioricen a quienes caminan o usan bicicleta sin descuidar las facilidades para llegar en transporte público (que también circularía a baja velocidad). El Cuadrante Cero no solo implica espacio público renovado, también tendrían que habilitarse políticas fiscales que incentiven cambios de uso de suelo en la búsqueda de una mayor mezcla con alto índice de uso habitacional. Uno de los grandes problemas de Culiacán es que la población está emigrando a la periferia de la ciudad en la búsqueda de mejores condiciones para vivir alejándose del bullicio del centro, pero termina siendo la principal causa de ese creciente bullicio al tener que desplazarse cada día más en automóvil por la ciudad.

Cuadrante Cero es un polígono de mil 370 hectáreas (solo el 10% del perímetro urbano actual) con un perímetro lineal de 15 kilómetros que se ubica en el centro de la ciudad de Culiacán y comprende total o parcialmente diversas colonias como el Centro, Gabriel Leyva, Chapultepec, Almada, Centro Sinaloa, 4 de marzo, Juntas de Humaya, Las Vegas y Fovissste Chapultepec, entre otras. Transformar este cuadrante, no solo beneficia a sus residentes, al hacerlo más caminable beneficiará además a un importante porcentaje de población que vive, trabaja o estudia en las colonias o equipamientos que colindan con el cuadrante.

La denominación Cuadrante Cero se propone con una clara alusión a la visión objetivo del proyecto de llegar a ser a mediano plazo un lugar de cero fatalidades en accidentes vehiculares, cero inseguridad o violencia, cero ruidos excesivos y porque no, a largo plazo, una zona de cero motores y emisiones de carbono. Un verdadero oasis dentro de la gran urbe en que hoy se ha convertido Culiacán.

La propuesta implica,
a grandes rasgos:

El Parque 87 es uno de los principales equipamientos de recreación que tiene la ciudad de Culiacán. Desde su construcción fue pensado para servir a las colonias periféricas del sur de la ciudad. Actualmente contiene una gran diversidad de espacios para uso deportivo, cultural y recreativo.

Dentro de algunos factores importantes a señalar, destaca la deficiente accesibilidad que ofrece, principalmente para las colonias vecinas. Al poniente tiene la avenida Obregón que sigue siendo un riesgo cruzar, al sur y al oriente no existen accesos dignos, siguen siento “el patio trasero” del parque y al norte, la vialidad México 68 también es insegura cruzar. Para mala fortuna de los vecinos, hace algunos años se construyó una barda perimetral que les limitó más la entrada. Pareciera que el acceso solo se podría hacer en automóvil y viniendo de lejos.

Otro factor importante es que la superficie del parque tiene excesivo espacio destinado a la circulación de automóviles, esto hace también más complicada la movilidad transversal de la gente que camina (o podría caminar) de una colonia a otra a través del parque.

La propuesta proviene del proyecto de tesis de licenciatura en Diseño Urbano y del Paisaje de Laura Jiménez, que incluye generar un entorno seguro para la movilidad peatonal alrededor del parque 87 con cruces peatonales seguros, varios accesos dignos para entradas peatonales que ofrezcan mejores condiciones a todos los habitantes de colonias vecinas y una red de andadores al interior del parque para hacerlo más caminable y puedan cruzar de un lugar a otro del mismo como rutina diaria de movilidad (lo que hacen diariamente, arriesgando su vida, muchos niños de las escuelas cercanas).

Se propone también que un alto porcentaje de la superficie dentro del parque destinada a la movilidad de automóviles se destine a otras actividades lúdico-recreativas como pueden ser skateparks, mesas de ping pong, ciclovías, juegos infantiles, áreas para patinar, brincolines, etc. Adicionalmente existen propuesta de mejoramiento del paisaje en toda la superficie del parque.

La Ciudad de los niños y de las niñas es una nueva forma de entender, gobernar y vivir la ciudad teniendo como parámetro a la niñez y crear los consejos de niños significa respetar el derecho a la participación contemplado en la Convención de los Derechos de los Niños.

El creador de la ciudad de los niños y las niñas, al pedagogo italiano Francesco Tonucci expresa textualmente “Los niños de la ciudad moderna han perdido el tiempo libre. Hace pocos decenios la vida de un niño se dividía entre el tiempo de la familia, el tiempo de la escuela y el tiempo libre. En esos tiempos el niño salía de casa, buscaba amigos y andaba con ellos para jugar. Naturalmente existían reglas y límites de tiempo, de espacio, de actividad, impuestos por los adultos, pero era un tiempo en el cual los niños vivían experiencias propias sin una vigilancia directa de los adultos. Al final de ese tiempo, jugando frecuentemente y también peleando con los amigos, el niño regresaba a casa sudado, cansado, sucio, hambriento y con tantas cosas de contar a su mamá”

Hoy, ese tiempo libre de la niñez ha desaparecido. La ciudad peligrosa les impide salir de casa solos. Los padres prefieren que permanezcan en casa cautivos de cuanta pantalla tengan a su alcance para tenerlos entretenidos y si tuviesen que salir, que sea siempre acompañado por un adulto, muchas de las veces en auto. Los niños son custodios de los adultos y los adultos se convierten en choferes de los niños por varios años de su vida.

Los adultos debemos tener el coraje de cederle la palabra a la niñez y tener la humildad de pedirles su ayuda, de escucharles para poder orientar realmente un cambio para una mejor niñez, una educación más humana y sobre todo para tener una ciudad más incluyente. Una ciudad que funciona para los niños y las niñas es una ciudad que funciona para toda su población.

Promover la participación de la niñez a través del Consejo de niños y niñas que se forma mediante selección aleatoria en las escuelas primarias con alumnos de cuarto y quinto grado que permanecerán en sus cargos por dos años. Se recomienda que en el Consejo se vean representadas todas las condiciones infantiles: equidad de género, extranjeros, discapacitados, con barreras de aprendizaje, etc.

El Consejo deberá reunirse periódicamente. Es fundamental que el consejo se encuentre por lo menos dos veces al año con el alcalde. La ciudad de los niños y las niñas recomienda que, en lugar de utilizar al adulto, utilicen al niño como parámetro de gobierno de la ciudad. Significa invertir la ruta e intentar detener el proceso degenerativo que arremete contra el ambiente urbano. Permite la recalificación de la ciudad bajo todos los puntos de vista: el refuerzo del tejido social, la pertenencia, la seguridad y la sostenibilidad del ambiente urbano.

La reconquista del ambiente urbano, la recuperación de varias formas de juego y el desplazamiento autónomo por la ciudad son esenciales no solo para el desarrollo sano de la niñez sino también y sobre todo para el mejor desarrollo de toda la ciudad.

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