"Quiero que haya más Mijis en todo el país: Pedro Carrizales"
Provenir de una familia disfuncional y habitar en una colonia violenta, donde el acceso a las drogas era fácil, llevó a Pedro Carrizales “El Mijis” a ingresar al mundo de las pandillas. No haber acompañado a su madre en su lecho de muerte por beber con pandilleros, así como la bendición de una adulta mayor a quien ayudó a bajar de un camión, lo llevarían a emprender una vida diferente, a la que define como “de búsqueda de una cultura de paz y bienestar social”.
Es Pedro César Carrizales Becerra. Aquel que de niño quería ser un actor de telenovela como Juan Ferrara, y que no imaginaría que llegaría a político. En la pasada jornada electoral resultó electo con el 33.42 por ciento de la votación para representar al distrito local 08 de San Luis Potosí, abanderando la coalición Juntos Haremos Historia, que integran los partidos Morena, PT y PES.
En entrevista con Noticiero Noroeste comentó que el país ya dio oportunidad a muchos políticos, algunos hasta con doctorado, pero que solo trajeron decepciones a los mexicanos.
“Esos políticos supuestamente están bien preparados, y tienen hasta doctorado, pero solamente utilizan esos estudios para robar, para saber cómo brincarse las leyes”.
Comenta que solo cuenta con estudios de preparatoria, pero se encuentra en proceso de inscripción a la licenciatura en Derecho y ciencias políticas para “no generar vergüenza” en aquellos a quienes representará como legislador.
“No quiero que la gente que no votó por mí o me sigue criticando se avergüence de su diputado. Sé que solo con trabajo se puede callar bocas y es lo que haremos. A final de cuentas sé que represento a un sector olvidado, pero si trabajamos en ese sector como lo he hecho en diferentes programas que han llegado hasta de Amsterdam, que han sido de impacto social muy grande. Que vean que se puede”, dijo en entrevista telefónica.
Sin antecedentes penales

Pedro Carrizales asegura no tener antecedentes penales. Señaló que en el pasado le fueron imputados delitos falsos, uno por lesión con arma de fuego en contra de una persona, de la que salió absuelto.
Como líder de las bandas, indicó, le eran achacados todos los delitos que ocurrían en sectores cercanos a él. Esto incrementó con el activismo social y aún más con la búsqueda de una candidatura.
En algún momento, las injusticias, los abusos de autoridad y la complicidad entre la policía y los Ministerios Públicos para adjudicar delitos a la pandilla, recordó, terminó por convertir a los integrantes en un grupo “duro”, que terminó por ceder a las drogas.
“Terminamos siendo una de las pandillas más fuertes en San Luis por el hecho, no de la violencia, sino que éramos respetados, porque no corríamos”.
A los 16 años se unió con su ahora esposa, a los 17 nació su primer hijo y la vida se complicó cada vez más para su familia, debido a las escasas oportunidades de empleo por su apariencia y sus tatuajes. Después, en una riña pandilleril, resultó lesionado con arma blanca.
Posteriormente su hijo, entonces estudiante de secundaria, también fue agredido rumbo a la escuela. Recibió una herida en un pulmón y un balazo en una pierna.
Pese a esos episodios, comenta, el que marcó su vida es la muerte de su madre, y no haber tenido la oportunidad de despedirse de ella.
“Quise suicidarme cinco veces porque estaba muy mal. Uno se acostumbra a la enfermedad (de su madre). Fue mi hermana a avisarme que mi mamá estaba mala y yo por quedarme tomando con la banda ni siquiera me despedí de ella. Ese cargo de conciencia lo traía y no podía con el dolor. Duré dos meses con depresión”, dijo.
“Un cristiano me ofreció trabajo como (agente) de seguridad, y en una ocasión ayudé a una viejita a bajar de un camión, ella me echó la bendición; eso me quedó para toda la vida. Desde entonces he tratado de hacer cosas buenas. Eso es lo que motiva mi vida y me alejó de las drogas. Eso es lo que me ha orillado a hacer todo esto”, indicó.
Se refiere al activismo comunitario que emprendió desde entonces. Comenzó cuando conoció a un regidor, este de alguna manera lo acercaría al quehacer político.
“Me utilizaban para manifestarme en contra de una minera y él me ayudaba a gestionar lo que podíamos: a conseguir torneos de futbol, empleos temporales. En ese tiempo propuse un proyecto que hasta la fecha ha dado muchos frutos, se llama ‘Pintando tu cantón’”.
“Nos daban pintura y nosotros recorríamos las colonias tocando puertas para ver si la gente quería que le pintáramos su fachada por una cooperación, del color que ellos quisieran. Había chavos que se llevaban hasta mil pesos diarios. Fue un proyecto de alto impacto que todavía sigue dando frutos”, recordó.
Encontró ciudadanos que carecían, en muchos casos de lo más elemental, así que solicitó el apoyo de las autoridades municipales y estatales. Cuando era necesario organizaba manifestaciones. Pese a ese activismo persistía en la sociedad la imagen negativa de los “chavos banda”.
“La sociedad no está acostumbrada a ver chavos organizados, y les daba miedo. Entonces, comencé a cambiar mi forma de luchar por la gente”, dijo.
En 2009 logró la tregua entre 110 pandillas. La cifra creció poco a poco y posteriormente, con apoyo de un amigo francés, algunos jóvenes pandilleros acudieron a aquel país europeo.
“Ese año un camarada, que es chavo banda, se llevó chavos banda de San Luis a Francia, y de Francia se los trajo a San Luis. El proyecto se llamó ‘Del barrio a Francia’. Comenzamos a ser escuchados en otros países. Ese año, también National Geografic nos dedicó un pequeño fragmento, no muy acá; pero era de nuestro amigo francés que hizo un trabajo con las pandillas”, dijo.
Para recibir apoyos gubernamentales para continuar su activismo, debió constituir una asociación civil en 2013. Indicó que esto fue un trámite que debió emprender para hacer lo que los políticos no hacen, que es atender la prevención.
"Ese mismo año se me reconoció como cultura urbana del municipio de Soledad, con el aval de derechos humanos. Con base a eso gané muchas formas de luchar con esas banderas. También nos hicieron un documental que se pasó a nivel nacional, en Tv Azteca”.
“Incorporamos a más de cuatro mil jóvenes en trabajo temporal y en fábricas. Dimos pláticas a casi cinco mil chavos de preparatoria con testimonios de vida, de lo que vivimos como pandilleros, de las tragedias que vivimos para causar impacto”, dijo.