"Revela Censo 2020 que la población de Sinaloa ha envejecido"
La población sinaloense envejece. El decremento en los niveles de natalidad trajo consigo un aumento de 8 años a la edad promedio de Sinaloa en un periodo de 20 años: en el 2000 la edad promedio eran 22 años, en 2010 eran 26 años, y en 2020 son 30 años.
También, en la entidad viven 3 millones 026 mil 943 personas; de las cuales 1 millón 494 mil 815 son hombres (49.4%) y 1 millón 532 mil 128 son mujeres (50.6%).
Este es uno de los datos que arrojó el Censo Población y Vivienda 2020, realizado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática que de acuerdo con el coordinador estatal, Rafael René Valdez García, es la base para la creación de políticas públicas proyectadas a futuro.
“Necesitamos una visión a futuro”, mencionó.
“Si esta información no es usada o atendida, no tiene ningún sentido generar este tipo de información”.
Partiendo de la edad promedio del sinaloense, considerándose como una tendencia al alza, deberán pensarse en mecanismos de mejora de calidad de vida para el grupo poblacional que ahora es el estado.
“La pirámide poblacional nos dice que somos una estructura que está envejeciendo. La edad promedio de los sinaloenses en el 2000 era de 22 años, en el 2020 es de 30 años”, contextualizó Valdez García.
“De ahí se tiene que fortalecer una política pública en materia de fortalecer las áreas geriátricas. La pediatría iría disminuyendo porque cada vez son menos los hijos que las mujeres tienen”.
Rafael René Valdez, coordinador del Inegi en Sinaloa.
LA VACUNA CONTRA EL COVID
El principal objetivo de un censo poblacional es conocer las características que componen una comunidad, y para ello la edad es uno de los valores más reveladores de los grupos.
Los censos no solamente tienen aplicación para proyecciones, sino que también servirán para el análisis inmediato y su utilización en mecanismos actuales.
En febrero de 2020, el Covid-19 llegó a México para después convertirse en contingencia sanitaria y una pandemia que continúa casi después de un año.
La semana pasada, la Federación comenzó un proceso de recopilación de datos de personas mayores a 60 años para recibir la vacuna preventiva contra el Covid-19; los adultos mayores deben registrarse para contabilizar cuántas vacunas deberán destinarse. Pero el censo aplicado en 2020 es una herramienta de apoyo para estas estrategias.
“El censo te proporciona esa información y te dice cuántas personas mayores de 60 años tenemos en Sinaloa. Si se le pregunta a cualquier autoridad cuantas vacunas van a ocupar en la segunda fase de vacunación pues la clave está en el censo”, aseguró Valdez García.
“En el caso de Sinaloa tenemos 395 mil 518 adultos o personas mayores de 60 años. Son 187 mil son hombres y 206 mil son mujeres. Quiere decir que la mujer llega a más edad que el hombre en el estado de Sinaloa”.
La información podría utilizarse como parte fundamental en la logística del esquema de vacunación, agregó.
“El censo te da ese dato y también te va a servir para organizar la logística: dónde vas a poner los puestos de vacunación y a qué localidades vas a mandar cuántas vacunas”.
EL ANÁLISIS
En los censos, una ligera variación en un rubro podría afectar al resto, como consecuencia directa.
De acuerdo al representante del Inegi en Sinaloa, las tasas de fecundidad a la baja han propiciado cambios evidentes en la estructura poblacional, tocando incluso indicadores en materia educativa.
“Nos estamos dando cuenta que las tasas de fecundidad han venido a la baja, las mujeres de 12 años y más cada vez son menos los hijos nacidos vivos, mientras que en el censo del 2000 era 2.6, en el censo del 2020 es 2.2 (...) Las mujeres están teniendo menos hijos y eso permite otros campos de desarrollo de la mujer”, desglosó.
“En el campo de la educación las mujeres ya rebasaron a los hombres en el estado de Sinaloa respecto al número de años promedio que estudian: están estudiando 10.3 las mujeres contra 10.1 de los hombres”.
Por otra parte, la emigración de sinaloenses ha incrementado y se detectó que una de las principales causas es la falta de oportunidades laborales.
“Al hacer un análisis de la estructura de la población nos damos cuenta que es el grupo de jóvenes, de 19 a 40 años de edad, los que no se están quedando en Sinaloa. Sinaloa es un estado expulsor, tiene un saldo neto migratorio negativo, eso quiere decir que de Sinaloa se van más gente de las que llega”, explicó.
“Se van a los Estados industrializados. Hay que tratar de retener a esos sinaloenses que se están yendo, esa fuga de talentos”.
La evaluación de las viviendas también es parte del ejercicio estadístico y su análisis.
“Un concepto que se fija para determinar los grados de marginalidad es los materiales con los que están construidas las viviendas”, dijo Valdez García.
“Si tú tienes piso de tierra, es un elemento que te aumenta el grado de marginalidad”.
En la entidad, el 2 por ciento de las viviendas tienen piso de tierra en 2020, disminuyendo de manera significativa contra un 13.7 por ciento del 2000.
AFRODESCENDIENTES SINALOENSES
En 2020, la población afrodescendiente fue contemplada por primera vez en un censo. En Sinaloa, este grupo representa un 1.4 por ciento de habitantes de la población total.
En total 42 mil 196 personas con residencia en Sinaloa se autorreconocen como afromexicanos, siendo el 50.1 por ciento hombres y 49.9 por ciento mujeres.
“Ha habido mucho flujo migratorio de ese grupo de personas y por donde van pasando van quedando”, dijo Valdez García.
El censo establece que el 2 por ciento de afrodescendientes hablan una lengua indígena, y el grueso del grupo tiene una edad de 15 a 34 años.
“Los que no se asientan en las principales ciudades se están yendo a la sierra del Estado de Sinaloa”, compartió el funcionario.
EL CENSO
El Censo de Población y Vivienda de 2020 comenzó en el periodo que fue la antesala de la contingencia sanitaria por coronavirus. Debido a esto la publicación del mismo se vio retrasada tres meses.
Al ejercicio estadístico lo componen dos cuestionarios, el básico y el ampliado. Este último será presentado el 16 de marzo con los resultados de las 174 preguntas que lo integran.
La fecha para presentación de resultados del cuestionario básico era en noviembre de 2020, pero el Inegi tuvo que aplazarlo para el pasado enero de 2021 por las limitaciones que acompañaron a la pandemia, tales como la suspensión de actividades no esenciales para disminuir la cercanía física, y prevenir contagios.
La recopilación de datos se realiza en diferentes etapas, entre ellas el Levantamiento de Datos y la Verificación Cara a Cara. La primera etapa se logró exitosamente del 2 al 27 de marzo de 2020.
“Esa fecha todavía no estaban las restricciones estrictas, recuerdo que la última semana la Secretaría de Salud solamente había declarado 56 casos positivos en el país. Entonces las restricciones empiezan la última semana de marzo, ya cuando nosotros estábamos por concluir el levantamiento”, recordó.
La fase de Verificación estaba programada para el mes de abril de 2020, pero tuvo que retomarse en junio.
“Empezó el quédate en casa y por decreto Presidencial se cesó todo tipo de censos y encuestas cara a cara”.
Para la realización del censo fueron capacitadas 5 mil 114 personas en Sinaloa.