Reynalda ha visto cómo el precio de la canasta básica ha subido y su dinero cada vez alcanza para menos

Reynalda Sánchez es clienta del Mercado Garmendia desde hace 40 años, ahí compra las verduras, el pollo, la carne y el huevo, pues afirma que son mucho más baratos que en el supermercado, aunque de un tiempo hacia acá ha visto cómo su dinero cada vez le alcanza para menos.

Esto debido a la inflación que se vive en México, que ya alcanza el 7.37 por ciento, la más alta desde enero de 2001, (cuando el registro fue de 8.11 por ciento) provocando que productos y servicios elevaran su costo exponencialmente.

Reynalda tiene 72 años, vive en la colonia Lima, es viuda y vive sola, religiosamente asiste al Mercado Garmendia, compra poquito, para el diario, para una o dos comidas nada más, para no “resentir el gasto”; sin embargo, su compra no baja de los 150 pesos.

Afirma que “en dos cositas es un dineral”, por más que trata de administrarse y comprar lo esencial, para que la pensión le alcance para llegar al fin de mes, cada ida al mercado o la tiendita de la esquina se va un billete de 100 o 200 pesos.

-¿Cómo le hace para administrarse con sus gastos ahora con la inflación?

-Compro menos ahora, está bien caro todo, m’ijita, ahorita llevo nada más para el día de hoy.

Comenta que antes con 200 pesos compraba toda la despensa, pollo, verduras, carne y huevo, pero ahora, para comprar lo mismo necesita más de 500 pesos.

Además de los alimentos esenciales, afirma que el precio de los productos de limpieza, el gas y los servicios también han aumentado, por lo que los últimos días han sido de mucha preocupación, pues su pensión cada vez le alcanza menos y no tiene otra fuente de ingresos.