Ricardo E. Tatto retrata las manías y adicciones de los lectores en Bestiario del Bibliófilo
Durante la jornada de la Feria Internacional del Libro 2025 en Culiacán, el escritor Ricardo Tato presentó su libro de ensayos “Bestiario del Bibliófilo”, una obra que el presentador César Gándara dijo que tiene la explicación de las enfermedades y adicción de las que muchos lectores podrían estar contagiados.
El escritor Ricardo E. Tatto compartió que su libro es una colección de ensayos creativos y que sus textos están escritos desde una perspectiva humorística y satírica.
Durante la conferencia del Ayuntamiento, el autor señaló que en la obra él se visualizó como lector contando lo que ha vivido y observado de las manías y adicciones de quienes son amantes de los libros, haciendo que el ejemplar sea un confesionario donde se expone abiertamente.
“Aquí yo soy un lector y lo que yo hago es contar lo que yo he vivido y observado de las manías, de las adicciones que tenemos los que amamos los libros”, agregó E. Tatto.
En la presentación de este viernes 14 de noviembre se habló de términos como el Bibliómano, que es la persona que llega a un nivel de adicción tan obsesiva que colecciona primeras ediciones, del lector Sudoku que es una denominación para quienes van apilando libros sin leerlos y el lector pepenador que busca libros en cualquier lugar.
El autor de la obra también defiende que el libro físico es una tecnología que no ha sido superada en eficiencia, aunque reconoció la utilidad de dispositivos electrónicos que son más económicos que los ejemplares en físico.
“Ahora que hay dispositivos celulares, pues yo creo que ya no hay excusa para no leer”, señaló.
La exposición terminó haciendo énfasis no solo en los tipos de lectores, también se platicó de lo importante que es la lectura y cómo la gente tiene mañas como doblar páginas para saber dónde continuar la lectura y que estas acciones son normales a la hora de leer.
“Hay gente que le gusta marcar, por ejemplo, las páginas doblando la orilla de la hoja, eso es muy criminal para mí. Yo me confieso, también solía doblar las orillas de las páginas”.