"Se mantiene en la impunidad el crimen de Dayana, ocurrido en Navolato"
A nueve meses de que se privó de la libertad a Dayana Esmeralda Fierro Zazueta, quien después fue asesinada, quedó una sed de justicia, dijo Leonel Aguirre Meza.
La Fiscalía, no pudo, primero, encontrar con vida a la niña de 5 años de edad, y después, detener al responsable de su asesinato, añadió.
"Dayana es un caso que sentó precedente, hasta dónde la autoridad tiene voluntad para aclarar las cosas, nos quedamos todos con sed de justicia", indicó.
La Fiscalía no pudo esclarecer el caso y la sociedad, tampoco fue tan solidaria, indicó.
"Fuimos pocos los que estuvimos pendientes del asunto...", manifestó.
"Los protocolos de búsqueda no fueron los adecuados, no encontraron el cuerpo muy lejos de donde desapareció", dijo.
La autoridad aseguró la realización de búsquedas intensas, sin embargo, la familia expuso que nunca vio un operativo fuerte, manifestó.
En Navolato sucedió lo de Dayana, también Jovana, ambas asesinadas, mientras en Culiacán hay otra desaparecida, recordó.
María Guadalupe, de 12 años, desapareció en Culiacán y no ha sido encontrada, a quien se le quiere bien, y con vida, abundó.
"Esa es la obligación de la autoridad, pero se le viene un caso, se le viene otro caso", manifestó.
Si no hay presión social, la autoridad no se pone a trabajar, y el reto de la Fiscalía es esclarecer el caso de Dayana, así como el del periodista Javier Valdez, el de Jovana, y así cada uno de los casos.
La experiencia indica que lo más probable es que la Fiscalía no esclarezca el caso de Dayana, ya que han pasado nueve meses, consideró.
El 6 de junio Dayana salió de su casa, acudió a un abarrote de su comunidad y al regresar fue privada de su libertad. El 28 de octubre el Fiscal reportó su asesinato.
De acuerdo a la autoridad, el 23 de octubre, alguien, de manera deliberada, colocó el cráneo frente a un terreno, que por su tamaño, pertenecía a una persona menor. Se analizó y concluyó eran de la niña.
El 21 de diciembre, los restos óseos de la niña fueron entregados a la familia. En la sindicatura de San Pedro fueron velados, y enterrados en una comunidad de Mocorito, de donde es originario el abuelo paterno.
El crimen de Dayana está impune.
En la primera semana de su desaparición, hubo una manifestación masiva en la entrada principal de San Pedro. Se exigió el regreso con vida de la niña, pero no se pudo.
A nueve meses, la Fiscalía no ha podido.
LOS HECHOS
El 6 de junio Dayana salió de su casa, acudió a un abarrote de su comunidad y al regresar fue privada de su libertad. El 28 de octubre el Fiscal reportó su asesinato.