Trabajo y superación, la herencia de Anastacio a su hijo

CULIACÁN._ Anastacio Saiz fue un hombre con espíritu trabajador, pues desde los 8 años comenzó a laborar en búsqueda de una mejor calidad de vida y esa misma ambición la transmitió a sus descendientes.

“Él fue nacido en Cosalá, empezó a trabajar a los 8 años, de ahí se trasladó a Culiacán a los 18 y empezó su vida acá. Trabajó en Correos (de México), posteriormente se casa, entró a trabajar a lo que era el Banco Agrícola Sinaloense”, compartió Carlos Daniel, quien desde temprano acudió este domingo al panteón para reunirse con sus progenitores.

Carlos recuerda a su padre como un ser allegado y atento en todo momento a sus cuatro hijos, criándolos con los mismo principios que forjaron a Anastacio.

“Nos formó al trabajo, a ser honesto... nos deja un legado que es difícil de igualar, era una persona muy apegada a sus hijos, los quiso mucho, es muy bonito recordar cuando una persona así se entrega, y eso es lo que nos transmitió a nosotros”, expresó un hijo que, pese al dolor que le genera no tener físicamente a su padre, no deja de sentir orgullo por quien le dio la vida.

Otra de las cosas que Carlos admira de su papá es la fidelidad y respeto que este siempre tuvo hacia su compañera de vida, Cleofas Padilla.

“Duró viudo 27 años, jamás volvió a tener otra persona en su casa, a pesar de que nosotros (hijos) le decíamos ‘¿por qué no?’, porque pues una persona joven, relativamente, quedar viudo es duro, pero gracias a Dios él tuvo el apoyo de sus hijos”, dijo Carlos, intentando contener las lágrimas de recuerdo, de nostalgia y de tristeza.

Muchos recuerdos invadieron la mente de Carlos, para él, todos igual de valiosos, memorables y destacables al lado de su padre.

“Fueron muchos los recuerdos que él nos dio, siempre estuvo con nosotros, nos apoyó bastante, no puedo decir uno (recuerdo) así en especial, porque sería hacer menos los demás, y para mí todos valen lo mismo”, dijo.

“A mi hija la quiso mucho, la veía como su hija, y él sí se jactaba de que le había enseñado a caminar a mi hija, a su nieta que él la miraba como hija, porque se crió con él”, fue una de las memorias que atesorará sobre Anastacio para el resto de su vida, que asegura seguir compartiendo pese al distanciamiento físico.

“Considero que, a pesar de que ya no están, sigo contando con mi papá, a pesar de que no está físicamente conmigo, pero mientras yo lo recuerde él está vivo, el día que yo me vaya, ese día, para mí, murió mi padre, cuando yo lo deje de recordar o yo me muera, ahí murió mi papá”, fueron las palabras con las que refrendó el amor hacia él.

La historia de vida de Anastacio Saiz representa motivo de orgullo y admiración de sus hijos, quienes agradecen y presumen haberlo tenido como padre, pues aunque el pasado 31 de enero falleció, su legado permanecerá impregnado en ellos más allá de lo que el tiempo y espacio permiten.

“Gracias a Dios nos dejó ese legado de honorabilidad y de trabajo, y él siempre decía que con trabajo se abren las puertas donde quiera”, reiteró Carlos sobre Anastacio en este Día del Padre.