‘Vamos a descuartizar a tu familia’: Melissa pidió un préstamo y ahora es víctima de amenazas y extorsión
Una madrugada Melissa estaba pensando cómo ayudar a su familia a hacerle frente a una urgencia médica que tenían. Empezó a buscar información sobre cómo obtener un préstamo y encontró la aplicación para celular JoseCash, la cual le daría 9 mil pesos que podría pagar en un plazo aproximado de tres meses.
Melissa bajó la aplicación en su celular, le otorgó los permisos que solicitó como acceso a los contactos, cámara, galería de fotos, entre otros, posteriormente ingresó sus datos personales: nombre completo, CURP, RFC, credencial de elector, domicilio, y en qué trabaja, sin saber que se convertiría en un calvario por las amenazas que recibirían ella, su familia y seres queridos.
El verdadero nombre de Melissa no es ese, sin embargo, solicitó anonimato para proteger su identidad y por seguridad.
“Después de esto no pasan ni dos minutos cuando ya te arroja una cantidad que te van a enviar y te dice que tienes 91 días para pagar. Después de esto te envían la cantidad y automáticamente ya te salió que no te enviaron tal cantidad sino que te enviaron alrededor de tres mil pesos menos y aparte te dan solo siete días para pagarlos”, narró a Noroeste.
Aunque le enviaron solo seis mil pesos, Melissa tuvo que pagar los nueve mil pesos que supuestamente le iban a prestar, y pese a que el plazo pasó de 91 días prometidos a una semana, el tiempo que le dieron para liquidar la deuda fueron cinco días.
“Yo pagué al tiempo que me daba la aplicación y no se liquidó, no se liquidó, entonces aparecieron intereses, los volví a pagar y no se liquidaba, y los volví a pagar y no se liquidaba, y entonces dije yo pues qué está pasando”, comentó.
Melissa seguía pagando ya que estaba amenazada por la aplicación. Recibía mensajes de extorsión y le decían que avisarían a toda su familia y contactos que ella debía ese dinero aunque la deuda estaba liquidada. Por ese medio la siguieron amedrentando ya que no quería preocupar a sus seres queridos y sumarle más complicaciones al problema que intentó resolver.
“Pues con el afán ese de que nadie se enterara fue que caí así”, expresó.
Después de hacer varios pagos de nueve mil pesos más intereses que iban en aumento en un periodo de dos meses, Melissa acudió por asesoría para resolver el caso. Primero buscó testimonios en internet y se dio cuenta que no era la única que había pasado tal situación, sino que otras personas ya habían caído en el engaño de la aplicación.
Se percató que JoseCash es una aplicación fraudulenta y que lo único que hace es extorsionar a las víctimas, cuando ellas se dan cuenta de ello y se resisten a pagar es cuando toman toda la información a la que le dieron acceso en el celular y envían mensajes a los contactos de la persona con amenazas y mentiras.
“Empiezan a mandar mensajes de que estás secuestrado o de que debes dinero y vendes tu cuerpo, o cosas así horribles”, explicó.
“A mi mamá le han llegado mensajes de vamos a descuartizar a tu familia, cosas así de horribles”, denunció.
Antes de decirle a su familia, Melissa pensó primero en solicitar otro préstamo grande para resolver la situación ya que con ello podría seguir dando dinero a la aplicación y solventar los pagos que ya la estaban consumiendo. Luego se dio cuenta que no podía seguir por ese camino; vio videos en internet de personas que habían pasado por lo mismo con JoseCash, incluso que habían caído en la situación de pedir dinero en otras aplicaciones también, con las cuales también ocurría eso.
“Personas que, te juro, han llegado al borde de la muerte en cuestión de presión por el dinero”, lamentó.
Entonces Melissa decidió contarle a sus familiares lo que estaba ocurriendo. Ellos le dijeron que tenía que dejar de pagar porque era víctima de extorsión por parte de la aplicación, luego buscarían información y asesoría para enfrentarlos.
“Y realmente dices tú oye sí es cierto, o sea, cómo es que caí en esto, como es que tan fácil se te meten a la mente y pues logras caer en esto siendo que según tú no vas a caer en extorsiones”, dijo.
“Al principio me sentí muy mal psicológicamente y emocionalmente, y sí duré un día tirada echada a llorar y después de eso dije pues no, esto no es así, vamos para arriba, hay que informar a la gente y si les van a llegar mensajes pues que todos estén enterados”, admitió.
Primero acudieron a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, Condusef, donde no pudieron ayudarla.
“Y no pueden hacer nada porque ellos no están registrados”, explicó.
Luego se asesoró con un abogado que le sugirió que desactivara los datos de la aplicación y lo reiniciara de fábrica y con ello terminaría con el dominio que tenían sobre el aparato ya que por medio de él controlaban la cámara con la que le tomaban fotos a Melissa en momentos inesperados, luego la enviaban a sus contactos para extorsionarlos diciendo que estaba secuestrada o en otras situaciones.
“No pueden hacer legalmente nada pero sí me dijo que ya han llegado casos así y lo que hay que hacer es deshacer esta, pues este ligamento que tenía yo con la aplicación, que es borrar lo datos, quitar los permisos, desinstalar la aplicación, borrar mis contactos, borrar mis contactos de Facebook, tratar de hacer todo lo posible para que ellos ya no accedan a mi información”, narró la joven.
Posteriormente fue a la Fiscalía General del Estado a presentar una denuncia formal sobre los hechos, pero no tiene esperanzas de que ésta prospere.
“Pero no hay aquí en Sinaloa una policía cibernética lo único que pude hacer es hacer un denuncia por medio de la Fiscalía que realmente lo más seguro es que no proceda mucho porque pues no se encargan de eso”, lamentó.
LA PESADILLA CONTINÚA
Han pasado dos meses desde que Melissa bajó la aplicación con engaños y fue víctima de extorsión. Aunque hace cinco días ya borró la app, todavía le envían mensajes amenazándola a ella y su familia, la lada de los teléfonos de los que se comunican son de Ciudad de México y al parecer son números generados, pero de los que les mandan mensaje sí están registrados a personas, pero no siempre son los mismos.
“Hasta la fecha no me han dejado en paz, siguen llegando mensajes a ese número que yo ya no estoy usando. Siguen llegando los mensajes a mi familia, de preferencia a los que están agregados como mamá, papá, tía fulanita, tío fulanito, primo, o hermana, esos son los que más usan, pero sí les han llegado a mis otros contactos”, comentó.
Después de que su familia le hizo ver que era víctima de extorsión y que borró la aplicación, Melissa se tranquilizó ante la situación a la cual sigue en expectativa sobre si los delincuentes ya se calmarán o continuarán con las amenazas.
“Ya las fotos, los contactos y todo eso en algún momento se tienen que volver a recuperar, o sea, ya que todo fluya”, expresó.
Melissa decidió compartir su experiencia para que otras personas no sean víctimas de este tipo de aplicaciones.
“Si estás desesperado, si tienes una urgencia vale más que despiertes a alguien a las tres de la mañana y le digas sabes qué tengo tal urgencia, cómo me sugieres arreglarlo, a que se metan a una de esas aplicaciones porque justamente fue lo que me pasó, eran dos, tres de la mañana y yo no quería despertar a nadie”, le advirtió a quienes puedan estar pasando por una situación difícil.
Y a aquellas personas que están pasando por amenazas y extorsión por una aplicación para celular les dijo que busquen ayuda con alguien.
“A lo mejor están sumergidos en ese pensamiento de qué me va a pasar si no pago, tengo que pagar, necesito dinero, necesito esto, necesito para tal cosa pero es que también te haces mil nudos en la cabeza y vale más que alguien más comparta esos nudos que tú traes que a lo mejor ni siquiera son tan grandes y no importa mucho el seguir pagándole porque realmente lo único que están haciendo son amenazas”, dijo.