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Grandes Ligas

Albert Pujols confesó que estuvo cerca de retirarse a mitad de campaña

El veterano dominicano dirá adiós una vez que los Cardenales de San Luis termine su participación en la postemporada

SAN LUIS._ Mientras los Cardenales se preparan para recibir a los Filis en la Serie del Comodín, que iniciará este viernes con el Juego 1 en el Busch Stadium, la superestrella dominicana Albert Pujols reveló en una cándida entrevista con MLB.com que estuvo cerca de retirarse a mitad de temporada. Fue por eso que, durante su ceremonia de retiro el pasado domingo, dijo que hubo momentos en los que se preguntó qué estaba haciendo disputando su vigésima segunda campaña en las Grandes Ligas.

Cuando se le preguntó esta semana si realmente se sintió así, Pujols contestó que “sí, juro que sí. Hubo momentos cuando me pregunté eso, muchas veces”.

John Mozeliak, el presidente del departamento de operaciones de beisbol de los Cardenales, era uno de los que sabía que Pujols estuvo contemplando retirarse en junio. Otros también estaban al tanto y han dicho que hablarán sobre ese punto de inflexión en más detalle cuando termine la temporada.

“Estábamos al tanto de que hubo algunos momentos difíciles, pero estamos felices de que haya sido capaz de batallar y superarlos”, dijo Mozeliak el jueves.

Pujols reconoció que el apoyo del personal del equipo que estuvo a su alrededor todo el año lo convenció de desistir de la idea de retirarse a mitad de campaña. Todo el mundo sabe que pasó luego. A principios de julio, Pujols dio con un detalle en su mecánica y les informó al manager Oliver Mármol, el coach de bateo Jeff Albert y su gran amigo y técnico de bateo, Alex Cintrón, que “pienso que descubrí algo”. Tres meses después, se unió a Barry Bonds (762), Hank Aaron (755) y Babe Ruth (714) como los únicos jugadores en la historia de la L.A./L.N. que han dado 700 cuadrangulares.

“Cuando tienes a buenas personas alrededor tuyo y te están apoyando y te das cuenta de que Dios ha abierto tantas puertas para ti, hermano, eso te pone las cosas en perspectiva”, dijo Pujols. “Y me decidí, ‘¡Voy a seguir para adelante!’ Yo sabía que tarde o temprano las cosas iban a dar un giro para mí, porque no podían seguir como estaban por todo el año”.

Aquello terminó siendo cierto. Pujols bateó tres jonrones en julio, ocho en agosto, siete en septiembre y dos más en octubre. Y cuando despegó el cañonero, despegaron los Cardenales. Entre el 30 de julio y el 7 de septiembre, San Luis jugó para 28-8, pasando de estar cuatro juegos por detrás de la punta de la División Central de la L.N. a 9.5 juegos adelante cuando terminó la temporada. Durante esa racha clave, Pujols largó nueve bambinazos y cargó a los Pájaros Rojos de una forma bien parecida a su primera pasantía con la franquicia entre 2001 y 2011.

¿Qué tanto ayudó Pujols con sus bambinazos? Los Cardenales dejaron foja de 16-1 en los primeros 17 juegos cuando jonroneó y de 4-0 cuando sacó dos pelotas en un mismo encuentro. Durante un momento de la segunda mitad, siete de sus 11 vuelacercas fueron para empatar la pizarra, o darle la ventaja a San Luis.

“No hay forma de que estuviésemos en esta posición si Albert no se enciende”, dijo Mármol. “Esa evolución (los problemas de Pujols y sus éxitos posteriores) fue algo bien especial, sin embargo. Hizo un tremendo trabajo confiando en sus hábitos de trabajo, porque hubiese sido muy fácil escoger otro camino y seguir cuestionándote porque los resultados no estaban ahí, especialmente cuando sabes lo que eres capaz de hacer. Pero él creyó en lo suyo. Hizo ajustes. Y ahora estamos hablando de que por momentos carga con la ofensiva durante una semana”.

Incluso ahora, casi tres semanas después de la noche en la que se unió a uno de los clubes más exclusivos de la historia del béisbol, Pujols se emociona pensando en como su decisión de seguir jugando culminó en uno de los momentos más vulnerables de su carrera de 22 años en la Gran Carpa. Había llorado muchas veces después de triunfos importantes, y casi se había quebrado años atrás por las lesiones en las rodillas y los pies que pusieron en riesgo su carrera. Pero Pujols jamás había permitido que sus emociones brotaran como brotaron en el túnel del dugout después de batear su jonrón 700.

“Me pegó bien fuerte, porque yo estaba sintiendo ese peso de responderle a tantas personas”, dijo Pujols. “Dios me ha dado este talento y esa alegría por el juego, y me emocioné porque hubo muchas personas apoyándome y empujándome. Son personas que me quieren y que siempre han apoyado mi carrera, y quería hacerlo por ellos. No quiero decir ‘presión’ porque esa palabra suena muy fuerte. Realmente quería hacerlo por ellos”.

“Es mi último año y me quiero ir por lo más alto”, dijo. “Y lo más alto para mí es ganar un campeonato”.

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