Mala racha de los Mets se compara con terrible trecho del 2007
PITTSBURGH._ Los Mets tuvieron un fin de semana para el olvido contra los Piratas.
Enfrentando al club con el peor promedio de bateo (.234) de la División Central de la Liga Nacional, un equipo que lleva ritmo para perder casi 100 juegos, los Mets fueron superados en carreras por 30 a 4 en la barrida de tres juegos. A pesar de que los Piratas no tuvieron una salida larga de ninguno de sus abridores, los Mets tuvieron problemas contra los lanzadores de Pittsburgh, a pesar de que no vieron al fenómeno Paul Skenes.
“Todos estamos frustrados, obviamente, no voy a mentir”, dijo el mánager venezolano Carlos Mendoza. “Somos mejores que eso, y ellos lo saben. Es un tramo difícil, pero tenemos que ser mejores. Empieza conmigo. Creemos en esos muchachos”.
El domingo, los primeros cuatro en el orden al bate de Nueva York – el boricua Francisco Lindor, Brandon Nimmo, el dominicano Juan Soto y Pete Alonso – se combinaron para irse de 15-2 en el plato. Un jonrón solitario del venezolano Luis Torrens en la quinta entrada marcó la única carrera de los Mets en la paliza por 12-1.
Los resultados no fueron mucho mejores en lo que a prevención de carreras respecta. La serie marcó la primera vez que los Mets han permitido nueve o más rayitas en tres juegos consecutivos desde una serie contra los Nacionales del 24 al 26 de septiembre del 2007, durante un tramo en el que el club tuvo un récord de 5-12 en sus últimos 17 duelos para despilfarrar una ventaja de siete juegos en la división.
Fue la última derrota en un frustrante mes en el que jugaron para 12-15, la peor marca en mes alguno del equipo esta temporada. Las tres derrotas de este fin de semana llevaron el récord de los Mets como visitantes a 19-25.
Tras la derrota del sábado, el equipo sostuvo una larga reunión solo de jugadores en el clubhouse, con varios líderes veteranos instando a sus compañeros a seguir apoyándose mutuamente durante la mala racha. Veinticuatro horas después, no estuvieron ni cerca de encontrar respuestas.
“Hay un equipo de Grandes Ligas del otro lado, (tenemos) que quitarnos el sombrero ante ellos”, comentó Lindor. “Hicieron un muy buen trabajo. Nos superaron. Lanzaron mejor que nosotros, batearon mejor que nosotros, corrieron las bases mejor que nosotros, jugaron mejor defensa. ... Dicho esto, sí, hay una sensación de que estamos frustrados, no estamos ganando, pero al final del día, es solo parte de la adversidad con la que estamos lidiando en este momento.
“Nos vamos a mantener unidos y a seguir jugando lo más duro que podamos, para salir de esto y, con suerte, una vez que salgamos de esto, no volveremos a pasar por algo así”.

Después del partido, Mendoza se unió a Lindor en no culpar a ningún departamento en particular, admitiendo en cambio que cada unidad no ha jugado a la altura.
“Seguiremos creyendo en esos muchachos”, aseguró Mendoza. “Son buenos jugadores. Están pasando por un momento muy difícil ahora mismo”.
Una razón para el optimismo son las recientes hazañas ofensivas de la mayor adquisición de Nueva York en la temporada muerta, Soto. El jardinero bateó .322 con 11 jonrones y 20 carreras impulsadas en junio, terminando empatado con otros seis Mets con la segunda mayor cantidad de vuelacercas en un solo mes en la historia de la franquicia (Dave Kingman en julio de 1975 y Gary Carter en septiembre de 1985 dieron 13). Su OPS de 1.196 fue el segundo mejor en un solo mes en la historia de la novena, detrás de Darryl Strawberry (1.209 en junio de 1990).
Lo hecho por Soto, junto con algunos otros bateadores en la parte superior del orden de Nueva York, son una de las razones por las que el grupo se encuentra todavía a solo 1.5 juegos de los Filis en la División Este de la Liga Nacional. Esta es la primera vez en la historia de la franquicia que los Mets han tenido cuatro jugadores – Soto (20), Alonso (18), Lindor (16) y Nimmo (15) – con al menos 15 jonrones en una campaña antes de finalizar junio.
Aún así, un día libre no podría haber llegado en mejor momento, y Lindor tiene la esperanza de que los Mets salgan completamente descansados para enfrentar el martes a un equipo de Milwaukee que está encendido.
“Es un tramo difícil, sin duda”, reconoció Lindor. “Esperemos que después del día libre mental y alejarnos del terreno, podamos regresar y volver con todo”.