|
"GRANDES LIGAS"

"Se alinean los Astros y son campeones de la Serie Mundial"

"Houston se lleva el séptimo juego por 5-1 ante Dodgers de Los Ángeles para ser monarca del Clásico de Otoño por primera vez"
02/11/2017 20:54

LOS ÁNGELES._ Tardó 55 años, seis meses y 20 días, pero la noche más feliz en la historia del beisbol en Houston llegó con su primer título de Grandes Ligas.

Ataque tempranero permitió a los Astros tomar una ventaja que ya no perdería para imponerse por pizarra de 5-1 a los Dodgers de Los Ángeles en el séptimo juego de la Serie Mundial, para así conquistar por primera vez en su historia el Clásico de Otoño.

Astros le pegó temprano al pitcheo de Yu Darvish y anotó dos carreras en la primera entrada. La primera cuando Alex Bregman se embasó por error del tiro del primera base Cody Bellinger, lo que permitió anotar a George Springer, y luego el mismo Bregman anotó con rodado a primera de José Altuve.

Houston hizo explotar a Darvish en la segunda entrada al anotar tres carreras más. Lance McCullers Jr. remitió la primera con una rola que mandó a la registradora a Brian McCann y luego vendría jonrón de George Springer para llevarse por delante a Marwin González y poner la pizarra 5-0.

Dodgers se quitó la blanqueada en la parte baja de la sexta entrada cuando Andre Ethier pegó sencillo al derecho que envió a la registradora a Joc Pederson.

El triunfo fue para Charlie Morton al lanzar los últimos cuatro innings con labor de dos imparables, una carrera admitida, una base y cuatro ponches.

La derrota fue para Yu Darvish, quien toleró tres hits y cinco carreras en apenas 1.2 entradas.

Una historia de ensueño que incluyó drama a lo largo del Clásico de Otoño y el resto de la postemporada. El eterno equipo perdedor que se desprendió de miedos y en tres series batió a las organizaciones más populares y poderosas de Grandes Ligas (Medias Rojas, Yanquis y Dodgers) con la misma personalidad que mostró la población de la ciudad texana cuando el huracán Harvey ahogó calles, pero no ilusiones.

PARA SABER

George Springer fue designado el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial.