La testa de Jules Kounde rescata al Barcelona de otra debacle en la ‘Champions’
BARCELONA._ Un doblete con la testa del lateral Jules Kounde rescató al Barcelona de otra pájara en la Liga de Campeones, esta vez contra un correoso Eintracht Fráncfort (2-1), que permite al equipo azulgrana mantener sus opciones de clasificación directa para los octavos de final de la competición.
Ni Lamine Yamal, muy vigilado por la zaga alemana, ni Raphael Dias ‘Raphinha’, espeso como el equipo, ni Robert Lewandowski, desafinado de cara a portería, el gran protagonista del regreso en ‘Champions’ del Barça en el Spotify Camp Nou fue el lateral francés.
Y eso que no completó el mejor partido en defensa, pero fue decisivo en el juego áereo con dos tantos casi idénticos en la reanudación para remontar el tanto inicial de Ansgar Knauff en un primer tiempo en el que la defensa numantina del conjunto germano desquició a los locales.
La salida de Barça fue efervescente. Le anularon un gol a Lewandowski por fuera de juego previo de Raphinha y Gerard Martín probó al meta Zatterer con un disparo lejano. Y poco más.
Además, el Eintracht anuló a Lamine Yamal con su entramado defensivo. Y fue precisamente una pérdida de balón del delantero de Mataró que originó el tanto del Eintracht. El lateral Brown se quedó con el balón y su pase a espacio llegó a Knauff. El alemán, delantero de circunstancias ante las bajas de los delanteros Jonathan Burkardt y Michy Batshuay, cruzó el balón con la zurda (0-1, min.21).
El gol desnortó a los locales, imprecisos con el balón, dudosos en defensa -uno de los lunares en este inicio de temporada-, precipitados en los últimos metros y frustrados ante la cada vez más sólida defensa rival. Incluso un jugador cerebral como ‘Pedri’ parecía desesperado ante la telaraña alemana.
Y el gol azulgrana no llegó. De hecho el 0-2 estuvo más cerca que el empate, ya que en otra magistral contra liderada por Knauff, el Eintracht rozó el tanto al filo del descanso, pero el disparo desde la frontal de Skhiri salió alto.
El Barça empezó el segundo acto como acabó el primero o incluso peor, pues salió dormido en los tres primeros minutos y, en dos llegadas, volvió a poner el miedo en el cuerpo a los de Flick.
Pero cuando peor pintaban las cosas para los locales, Rashford se inventó un centro con efecto que encontró la cabeza de Kounde, que no perdonó desde el interior del área.
El partido y la grada enloquecieron. En la siguiente jugada, Chaibi asustó a Joan García con un trallazo que impactó al travesaño. Fue justo antes de que la testa Kounde volviera a aparecer (2-1, min.53). Esta vez el centro fue de Lamine Yamal, que dejó en evidencia las lagunas defensivas del equipo más goleado de la Bundesliga.