Manchester United vuelve a la senda del triunfo tras golear al Wolverhampton
El Wolverhampton llegaba a la jornada 15 de la Premier League con un panorama desalentador y una racha negativa que parecía no tener fin. Frente a él aparecía el Manchester United, un rival que, por jerarquía y momento, partía como favorito para prolongar la crisis de los Lobos. Desde el arranque, el duelo confirmó las previsiones: un partido plano, sin ritmo y con los Diablos Rojos controlando el balón ante un conjunto local errático y sin claridad.
La primera emoción real del encuentro apareció tras un error que resultaría costoso para los Wolves. André falló en el retroceso al intentar proteger la pelota y permitió que Casemiro se la arrebatara con facilidad. La jugada terminó en los pies de Bruno Fernandes, quien, pese a resbalar dentro del área, consiguió definir desde el suelo para colocar el 0-1 al minuto 25.
Cuando parecía que el descanso llegaría con ventaja para la visita, el Wolverhampton encontró un inesperado respiro. En tiempo añadido, David Moller Wolfe retrasó la pelota de manera comprometida y Jean-Ricner Bellegarde reaccionó barriéndose para empujar el balón al 45+2’, firmando un empate que sorprendió a todos en el Molineux Stadium.
Ese golpe obligó al United a corregir de inmediato. En la segunda mitad, el equipo de Ruben Amorim salió con un ritmo mucho más alto y volvió a tomar la delantera apenas seis minutos después del reinicio. Un contraataque veloz dejó a Diogo Dalot con espacio para filtrar el balón a Bryan Mbeumo, quien definió sin oposición ante la ausencia del portero para el 1-2 al 51’.
El empate había sido un espejismo y los Wolves lo sintieron. Sin capacidad de reacción, el cuadro local cedió campo y balón, lo que permitió al United aumentar su dominio. Bruno Fernandes, ya convertido en figura del encuentro, inventó un pase bombeado hacia el corazón del área que Mason Mount aprovechó ganando la espalda de la defensa para rematar de primera el 1-3 al minuto 62.
Con la resistencia quebrada, el Wolverhampton se desmoronó definitivamente. La zaga, desordenada y sin coordinación, volvió a comprometer a su equipo cuando Yerson Mosquera cometió una mano dentro del área, entregando al United la oportunidad de sentenciar el marcador desde el punto penal.
Fernandes, confiado y preciso, ejecutó el penalti al minuto 82 para firmar el 1-4 definitivo y su doblete de la noche. La anotación puso la firma a un partido que, para ese momento, ya estaba completamente decantado del lado visitante.