La Copa Mundial de la FIFA 2026 será una cita histórica para México: no solo forma parte de los países sede, sino que la selección llega con estrategias y una agenda exigente. En este artículo analizamos por qué este torneo es tan importante para el Tri, sus fortalezas, desafíos y qué se puede esperar de un equipo que combina experiencia y talento joven.
Entendiendo a dónde estamos parados
México, junto con Estados Unidos y Canadá, obtuvo la clasificación automática al Mundial 2026 por ser país anfitrión. Esto le otorga una doble ventaja: jugará en casa, lo que reduce desplazamientos y permite concentrarse en la preparación, y se libera de la presión de la fase clasificatoria. La FIFA asignó a cada país sede un grupo diferente; México fue colocado en el Grupo A, garantizando que todos sus partidos de fase de grupos se jueguen en territorio nacional. Según el calendario oficial, el Tri debutará el 11 de junio de 2026 en el Estadio Azteca, con otros compromisos el 18 de junio en el Estadio Akron de Guadalajara y el 24 de junio nuevamente en Ciudad de México.
Este factor geográfico es clave: al jugar sus partidos de grupo en casa, el mismo evita largos desplazamientos y obtiene una ventaja competitiva frente a rivales que sí deben moverse entre sedes.
Algunos factores que inclinan la balanza
México llega al Mundial 2026 con ventajas claras. Jugar en casa asegura el apoyo de la afición y reduce complicaciones logísticas, permitiendo al Tri mantener un ritmo constante. Según proyecciones, si la selección avanza, podría disputar la fase de eliminación directa en estadios mexicanos, un plus que pocas selecciones tendrán.
El formato del Mundial 2026, con 48 equipos en 12 grupos de cuatro, también favorece al Tri: además de los dos primeros de cada grupo, los ocho mejores terceros avanzarán a la ronda de 32, aumentando las posibilidades de avanzar a las rondas eliminatorias. Según las casas de apuestas en Mexico, esta combinación de localía, talento y formato del torneo coloca al equipo en una posición competitiva de cara al torneo.
Con la lupa en el plantel de Aguirre
La lista de jugadores potenciales que mencionaste refleja una combinación interesante entre veteranos y talento emergente. Algunos nombres destacados:
●Edson Álvarez, mediocampista clave, con experiencia en Europa.
●Raúl Jiménez y Germán Berterame, delanteros que pueden aportar gol.
●Hirving Lozano, conocido por sus explosiones ofensivas.
●Diego Lainez, joven con buen regate y visión.
●En defensa, César Montes y Johan Vásquez deben aportar solidez.
●En portería, Luis Malagón, Carlos Acevedo y Raúl Rangel compiten por un lugar.
●En el mediocampo también hay talento con Erik Lira, Orbelín Pineda, Roberto Alvarado, entre otros.
Además, el técnico Javier Aguirre, con amplia experiencia en selecciones y clubes, aporta liderazgo y un estilo pragmático que puede maximizar el rendimiento del grupo. Esta mezcla es prometedora: permite construir sobre la experiencia de jugadores consolidados, mientras se da oportunidad a jóvenes que ya han demostrado su valía en ligas importantes o en selecciones menores.
Señales de alerta: dudas y retos
A pesar de estas ventajas, el Tri cierra el 2025 con muchas dudas. La Selección Nacional perdió 2-1 ante Paraguay en un partido donde mostró nula idea futbolística y cometió errores defensivos preocupantes. El portero Luis Malagón tuvo una actuación irregular, contribuyendo al primer gol rival, mientras la zaga sufrió la ausencia de Johan Vásquez y dejó expuesto a Damián Bobadilla en el segundo tanto.
Con seis partidos consecutivos sin victoria (cuatro empates y dos derrotas) las alarmas están encendidas. La afición mexicana, exigente como siempre, ha reaccionado con críticas y abucheos, poniendo presión adicional sobre Aguirre y sus jugadores.
Estos resultados muestran que todavía hay incertidumbre sobre qué jugadores están listos para pelear un lugar en la lista final del Mundial y sobre la cohesión táctica del equipo.
Además, aunque México tiene asegurada la localía, los rivales del Grupo A aún no están definidos. Dependiendo del sorteo, podrían ser potencias o selecciones emergentes, lo que complicaría avanzar con comodidad. El técnico tendrá que decidir cómo equilibrar experiencia y juventud y diseñar un estilo que aproveche las virtudes de la plantilla, mientras gestiona la presión de ser anfitrión en un torneo con formato ampliado a 48 equipos.
Entonces... ¿Tiene chances o no?
Aun con estas dudas, el Tri tiene metas alcanzables. Superar la fase de grupos se considera el objetivo mínimo, apoyado por dos partidos en casa y la posibilidad de clasificar como uno de los mejores terceros.
Si lo logra, México podría disputar la ronda de 32 ante su afición en el Estadio Azteca o en Guadalajara, un impulso significativo para la moral del equipo. Soñar con los octavos de final no es descabellado; de alcanzarlos, incluso podría volver a jugar en el Azteca según la ruta del torneo.
Llegar más allá, hasta los cuartos, implicaría superar rivales de gran nivel y posiblemente jugar fuera del país, un reto considerable pero un logro importante.
Conclusión
México llega al Mundial 2026 con una oportunidad histórica, pero también con responsabilidad. La plantilla combina experiencia y jóvenes talentos, lo que ofrece posibilidades si Javier Aguirre logra manejarlos correctamente. El objetivo no es solo participar, sino avanzar más allá de la fase de grupos y generar un impacto positivo ante la afición. Mantener la concentración, gestionar la presión de localía y equilibrar experiencia y juventud será clave para que el Tri viva un Mundial histórico y compita al máximo nivel.