"ADRENALINA Y EJERCICIO ( 1 de 3)"
Amigo lector de Noroeste, cuántas veces usted ha escuchado: “Me gusta la adrenalina”; esto puede ser “peligro de la actividad física”, aunque es el realizar actividades donde va más allá de lo normal o de lo fisiológico. Esto puede ser que en algunas personas sea actividades de la vida diaria o propias del “Deporte” que ellos realizan, aunque para otros puede ser extremo, y si este tipo de estrés no es dominado por el individuo puede llevarle a poner en riesgo no sólo la salud sino también la vida.
Veamos. El sistema simpaticoadrenal, es por el cual el organismo tiene capacidad para adaptarse a diferentes formas de estímulo estresante. Por otro lado, desde un punto de vista fisiológico general, el ejercicio supone una determinante cantidad de estrés al organismo. La respuesta ante este estímulo dependerá de una serie de factores entre los que se incluyen la intensidad y duración del ejercicio y el estado de entrenamiento del sujeto. Ante este estímulo, el organismo pondrá en marcha una serie de mecanismos con el fin de adaptarse a este nuevo estado y poder mantener la homeostasis. Dentro de los sistemas reguladores, los más importantes son: el sistema nervioso central, que es capaz de realizar ajustes muy rápidos en muchos territorios del organismo, y el sistema endocrino, cuya respuesta mediada por las hormonas, es más lenta; a estos dos sistemas se le llama sistema neuroendocrino con las dos vertientes de respuesta para la protección del organismo, pero es importante que el individuo ante cualquier protección síntoma extraño (sienta raro) haga otra cosa y se trate.
En lo que se refiere al ejercicio, el sistema nervioso simpático y las glándulas adrenales, su función es fundamental en la respuesta individual al ejercicio. Las catecolaminas, tanto desde el punto de vista neurotrasmisores como de hormonas, se ven implicadas en un elevado número de acciones fisiológicas y metabólicas a favor del mantenimiento de la homeostasis durante la realización de un ejercicio. Cabe destacar la capacidad de mejora de la función cardíaca y del metabolismo, la redistribución del flujo sanguíneo y la movilización y utilización de sustratos como acciones secundarias a la estimulación simpaticoadrenal que se relaciona de forma más directa con el mantenimiento de una determinada tasa de trabajo o ejercicio físico. Por lo tanto, es imposible considerar las acciones de ambas catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) como reflejos de la actividad del sistema simpático adrenal. Al ser individual la respuesta de éste sistema en la actividad física sea deportiva o no, esto no indica que las cargas de trabajo físico también es individual, cada individuo tiene diferente forma de responder al estrés físico, por lo que la liberación de adrenalina será diferente para cada persona.