Alimentación humana

MEDICINA DEL DEPORTE
13/11/2025 03:00
Amigo lector de Noroeste, lo hemos dicho que el ser humano su alimentación es omnívora (puede comer de todo), pues bien, aquí la decisión es que la alimentación debe ser de calidad y no en cantidad, además debe ir acompañada de una buena hidratación (consumir agua).

Amigo lector de Noroeste, lo hemos dicho que el ser humano su alimentación es omnívora (puede comer de todo), pues bien, aquí la decisión es que la alimentación debe ser de calidad y no en cantidad, además debe ir acompañada de una buena hidratación (consumir agua).

Tanto en individuos que realizan actividad física como los que hacen algún nivel de deporte, siempre se tiene en mente qué tipo de nutrientes son los de consumo humano, pues es común hablar de carbohidratos (en promedio 60%), grasas (en promedio 30%), proteínas (en promedio 10%), y un cuarto nutriente es el alcohol (aporta siete calorías por gramo).

Estos nutrientes por más industrializados o manipulados por el hombre no dejan de ser nutrientes, al ser muy industrializados se hacen de fácil digestión, pero jamás son comida chatarra, lo que pasa que el hombre abusa de estos, y es el abuso en su consumo lo que traerá consecuencias como es la obesidad y otros daños a los órganos.

En la alimentación de individuos que realizan actividad física de moderada a intensa y si estos son jóvenes (menos de 30 años), la cantidad de nutrientes en la ingesta aumenta (Fórmula de Harris Benedict), este aumento será acorde al trabajo realizado. En el caso de los deportistas los investigadores estiman que las demandas principales a la alimentación racional de los deportistas son objeto de acelerar los procesos de recuperación y aumentar el rendimiento son:

Abastecimiento del organismo con la cantidad necesaria de energía, en consonancia con su consumo en el proceso de ejecución de cargas físicas.

Observancia del equilibrio alimenticio con arreglo a las modalidades concretas de la modalidad deportiva e intensidad de cargas físicas, incluyendo la distribución de los valores energéticos de las principales sustancias nutritivas que va a modificarse en dependencia de los períodos de preparación para las competiciones.

Selección de formas adecuadas de alimentación (comestibles, sustancias nutritivas y su combinación) en períodos de cargas físicas intensas y prolongadas, preparación directa para las competiciones, de las propias competiciones y del restablecimiento subsiguiente.

Uso de sustancias nutritivas para activar y regular los procesos metabólicos intracelulares en diversos órganos y tejidos. Creación con ayuda de sustancias nutritivas del fondo metabólico indispensable para la biosíntesis y acción de las hormonas que regulan las respuestas clave del metabolismo (catecolaminas, prostaglandinas, corticosteroides, nucleótidos cíclicos, etcétera).

Variedad alimenticia a base de un amplio surtido de comestibles y uso de distintos procedimientos de su procesamiento culinario para abastecer óptimamente al organismo con todas las sustancias nutritivas necesarias. Inclusión en las raciones de alimentos de valor completo y rápida digestión que no pongan en tensión el tubo digestivo.

Otros factores que se deben de tomar en cuenta en la alimentación del deportista son nutrientes que ayuden a la masa muscular, así como individualizar la alimentación, tomando en cuenta los parámetros antropométricos, fisiológicos y metabólicos del deportista, estado de su sistema digestivo, gusto y hábitos personales.

La alimentación en el deportista, según sea su actitud hacia la alimentación, puede influir en su estado emocional, el cual depende del resultado de su actuación. Algunos investigadores como V. Rogozkin y coautores, las principales recomendaciones que emanan de una alimentación equilibrada se ciñen a lo siguiente: la cantidad de proteína en término medio debe ser el 12%, donde la proteína de origen animal debe de alcanzar un 55%, los carbohidratos un 55 a 60% y grasas un 30%.

Para personas “comunes” la alimentación normal está condicionada no solo por el flujo de las sustancias nutritivas desde el tracto gastrointestinal, sino por varios flujos de sustancias nutritivas de bajo peso molecular, hormonas y demás sustancias fisiológicamente activas. Con la participación de la flora bacteriana intestinal.