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"COPA DEL MUNDO 2018"

"Conoce la historia de Gabriel Jesús, el niño que salió de una favela"

"La historia del delantero de la selección brasileña que ha triunfado en todas las categorías y que este lunes se medirá a México"
29/06/2018 23:31

Ariel Noriega

En el poderoso arsenal de la artillería de la selección brasileña todos los reflectores enfocan el rubio peinado y la sonrisa de Neymar, pero a unos pasos de la estrella mundial hay un joven callado que lo supera en goles, se llama Gabriel Jesús y salió de una favela.

Con 21 años recién cumplidos, pero la experiencia de un niño que lo ha visto todo, el jugador del Manchester City ha sido calificado como su sucesor por el propio Ronaldo; ágil, bailador y gambetero se asoma como una promesa convertida en un temido artillero brasileño.

Su historia se resume en un gesto: después de cada gol camina jubiloso rumbo a una de las esquinas de la cancha de futbol y contesta un teléfono imaginario para saludar a su madre, a la que siempre dedica sus goles.

El gesto no es gratuito, la mujer que festeja en las gradas del estadio o en Jardim Peri, una favela de Sao Paulo, Brasil, trabajó duro para que a Gabriel Jesús no le faltara nada, pero al mismo tiempo lo educó con mano dura para que no se perdiera en los vertederos de los barrios pobres de la zona.

El niño Gabriel Jesús cruzó un día el bosque que rodea Sao Paulo para pedir un lugar en un equipo que entrenaba en una cancha de una prisión militar, pero lo que encontró en aquella cancha de tierra cambió su vida.

 

El niño maravilla

Gabriel Jesús todavía recuerda cuando atravesó un espeso bosque, acompañado de un amigo, para llegar a las instalaciones de la Prisión Militar Romao Gomes y pedir una oportunidad para jugar en el Pequeninos de Meio Ambiente.

Era el año de 2005 y él tenía ocho años cuando lo vio llegar el entrenador del equipo, José Francisco Mamede, el primero que se dio cuenta que aquel niño no venía por el pan con mortadela y el refresco que les regalaban a los pequeñines después de jugar.

Gabriel de Jesús llegó con sus botines bajo el brazo, siempre se distinguió por hacer todo bien, era el primero en llegar, nunca faltó, y el mejor a la hora de jugar.

Aunque pobres, las instalaciones de la prisión militar tenían una ventaja, debido a su naturaleza oficial, en ese campo estaban prohibidas las bebidas alcohólicas y la samba, el vicio que generalmente va asociado al deporte en todo el mundo y que acaba con la carrera de miles de deportistas cuando apenas comienzan.

Más que futbol, Gabriel Jesús aprendió en aquellas canchas a pelear por cada centímetro de su vida, entre niños que muchas veces sólo iban por el pan y la mortadela que hacía falta en sus casas.

Su entrenador siempre le daba consejos y nunca avergonzarse de sus orígenes fue uno de ellos.

Hoy, cada que salta al césped de la orgullosa ciudad de Manchester lo hace con su piel cubierta con los tatuajes donde pidió que le dibujaran su barrio: Jardim Peri.

 

El Palmeiras

Con 14 años de edad, el joven Gabriel Jesús se vio obligado a abandonar el club Pequeninos y comenzó a jugar en las ligas de la ciudad para adolescentes donde rápidamente fue elegido por un visor para que se probara en El Palmeiras, el gran equipo de la ciudad de Sao Paulo.

Sao Paulo es uno de los estados con más futbol en Brasil, cuenta con su propio campeonato regional, que se juega con más de 100 equipos y se realiza antes del inicio del campeonato brasileño de futbol.

El Palmeiras es el equipo más exitoso de Brasil, con 13 títulos nacionales conquistados, uno más que su archirrival Corinthians, también con sede en Sao Paulo.

En el 2014, Gabriel Jesús hizo su aparición en el primer equipo de Palmeiras, y en su primera temporada consiguió cinco goles, conquistando a los corazones de los 16 millones de seguidores que tiene el club en todo Brasil.

Su segunda temporada fue determinante, Palmeiras tenía 22 años de no ganar el campeonato nacional, pero los 12 goles en la liga y 21 en todas las competencias de Gabriel Jesús les permite conquistar el ansiado título.

Después del título, Gabriel Jesús se despidió llorando del club verde, mientras en las gradas sus seguidores cantaban el himno que inventaron para él: “Gloria, gloria, aleluya… es Gabriel Jesús”.

 

La llamada de Guardiola

Durante las dos temporadas que brilló en Palmeiras, Gabriel Jesús se convirtió en uno de los jugadores más asediados por los grandes clubes europeos, incluso el Real Madrid pujó con fuerza para ficharlo, pero fue una llamada la que lo decidió.

El joven brasileño que comenzó a jugar a los cinco años de edad en las calles de su barrio atendió una llamada del director técnico, Pep Guardiola, el director técnico del Manchester City, unos minutos charlando de futbol y supo cuál sería su destino.

El equipo inglés pagó al Palmeiras 36 millones de dólares, una cifra que podría parecer inferior si se toma en cuenta que Neymar, su compañero en la delantera de la selección brasileña superó los 200 millones de dólares, pero hay que tomar en cuenta las condiciones de su contrato.

Para empezar, El Palmeiras no permitió que su joven estrella de 19 años se le fuera hasta que terminara el campeonato, además Gabriel Jesús buscaba un lugar que le ofreciera garantía de poder jugar, así como una plaza para extranjero en el equipo el Manchester fue el único en cumplir con todas sus peticiones.

 

Rusia 2018

El destino de Gabriel Jesús siempre ha estado en las canchas de futbol, asegura su madre Dona Vera, la mujer que está del otro lado del teléfono imaginario del que llama el futbolista cada vez que anota un gol.

Su primer apodo fue “Tetinha” porque siempre aseguraba que los juegos eran una “teta”, fáciles en portugués.

Pero la vida que parece sonreírle siempre también le ha puesto obstáculos, nada más llegar al Manchester City se lesionó y en la segunda temporada, ya con el Mundial de Rusia 2018 volvió a caer lesionado, poniendo en duda su participación en el torneo, sin embargo, siempre se recuperó.

Su paso por la “La Canarinha”, la selección absoluta de Brasil, también fue una exitosa prueba para Gabriel Jesús, en los primeros 15 juegos consiguió nueve goles, sólo por debajo del histórico Pelé, que consiguió 19, pero más que Neymar y los mismos que Ronaldo.

Campeón de la medalla de oro en los Juego Olímpicos de Río Janeiro 2016, Gabriel de Jesús camina por los senderos del éxito con una naturalidad que espanta.

En este Mundial forma un tridente con Neymar y con Gabriel Garbosa, llamado “Gabigol”, además de contar con la ayuda de centrocampistas estrellas como Paulinho y Felipe Coutinho, una verdadera armada a la que deberá derrotar México si quiere avanzar.

Cuenta Gabriel Jesús que de pequeño su madre le hablaba siempre de su trabajo para saber si estaba bien, y si no contestaba comenzaba a hablar a las casas de sus amigos, hasta encontrarlo.

Hoy celebra cada gol, llamándola, para recordar que aún en las cumbres del éxito uno debe recordar siempre sus orígenes y agradecer a las personas que te llevaron a soñar con ser campeón del mundo.