Amigo lector de Noroeste, se está en plena época decembrina, abundan los buenos deseos, pero también la glotonería, todo es fiesta, aunque hay excepciones, ya que también existen familias que su estado emocional no les permite de manera plena “disfrutar” estas festividades, pero sea cual sea su estado de ánimo, diciembre tiene esa característica de ser un mes familiar, así que pase felices fiestas de fin y comienzo de año. Y haga lo suficiente para que sea feliz siempre.
En las lesiones que sufre el sistema músculo esquelético y/o prevención de las mismas se ha usado la electricidad en sus diferentes formas para el manejo de las mismas, es por esto de un tiempo a la fecha, se observa un incremento en el uso de la electroterapia en el medio deportivo, y también en los no deportistas.
En la actualidad existen deportistas que en su calentamiento usan estimulación nerviosa transcutánea (TENS), que un servidor desde el punto de vista fisiológico no estoy de acuerdo, pero el cuerpo es “alguien” que acepta todo lo que le hagan ya después cobrará la factura en beneficio o en perjuicio, según lo que se le haga.
La electricidad desde la historia se ha usado en las diferentes especialidades para beneficio del individuo, y es el profesional de la medicina quien debe indicar tal cual manejo con electricidad según sea el diagnóstico de la lesión. El fisioterapeuta debe seguir las indicaciones del profesional de la medicina para que el trabajo en equipo sea en beneficio del lesionado.
En el uso de la electricidad existen diversas modalidades tal como: rayos infrarrojos, esto se han usado desde la antigüedad donde se ha apreciado el calor del sol y la energía que transmite mucho antes de conocer el valor terapéutico de los rayos infrarrojos como fuente de calor. La radiación infrarroja supone hasta el 59% de la radiación solar y todos, aún sin acudir a la consulta de un fisioterapeuta, recibimos nuestra dosis diaria de rayos infrarrojos, que junto a los ultravioleta, son radiaciones más conocidas del sol.
Unos de los primeros en usar los rayos infrarrojos fueron lo chinos, donde según la historia es que se hacían curaciones con la imposición de manos, en virtud de esa radiación infrarroja emitida por las mismas. Los rayos infrarrojos son una manifestación de la energía radiante, con una longitud de onda comprendida entre 0.76 y 1.4 micras, que son las que se utilizan con fines terapéuticos.
Otra modalidad son los rayos ultravioletas, esta radiación es una banda electromagnética con una longitud de onda entre 136 y 4000 Angstrom. Los que se usan en termoterapia, son las situadas entre los 2000 y 4000 Angstrom, que son los que dan la pigmentación. Entre estos están los ultravioletas A, B y C. En el sol, se encuentran en una baja proporción (1.2%). Se producen artificialmente mediante lámparas con filamento de Wolframio, que se pone incandescente al paso de la corriente eléctrica, emitiendo una luz blanquecina azulada.
Otro modalidad es la onda corta, esta es un tipo de corriente de alta frecuencia, que se caracteriza por tener una longitud de onda de 1 a 30 metros, lo que corresponde a una frecuencia de 10 a 300 megaciclos. Estas ondas son todas de la misma amplitud, y se suceden sin pausa alguna, recibiendo por esto el nombre de “ondas entretenidas”.
Otra modalidad es el láser, este uso se le llama laserterapia y es la aplicación, con fines terapéuticos, de una radiación láser. La aplicación a nivel terapéutico tiene que llevada a cabo por personal experto en el manejo de emisores láser, y tener muy en cuenta las precauciones a tomar, tanto por parte del terapeuta como por parte del paciente. De ser posible que en el cuarto donde se aplique láser que para uso específico de esta modalidad terapéutica.
Otra modalidad es el uso de neuroestimulación, donde este puede ser (Tens, ems, etc.), son usadas como manejo neuromuscular.