"Hidroterapia (3 de 3)"
Amigo lector de Noroeste, el uso del agua en el tratamiento de lesiones del sistema músculo esquelético siempre ha contribuido a la buena evolución de la misma, siempre y cuando se use de acuerdo al caso de lesión o alteración. Ejemplo de esto es cuando el individuo cursa con fiebre (calentura) se usan compresas o baños fríos, claro lo mejor es ir por la causa, pero siempre al disminuir los síntomas, el bienestar del enfermo se da, al igual en casos de hidratación.
Para el manejo de la deshidratación se obtienen buenos resultados, por lo que la hidroterapia siempre es bienvenida en manejos médicos.
En las lesiones agudas y éstas no presentan heridas (escoriaciones, etc.) de primera instancia, el uso de agua fría (hielo frapeado, molido, picado o como esté) mejorará el pronóstico de la lesión. Éste se usa de cinco a cuarenta y cinco minutos, en promedio treinta minutos, ya que la crioterapia en su inicio es vasoconstrictora, pero a los 23 minutos empieza a relajarse, de ahí la importancia que sea por un tiempo no menos a 30 minutos y no mayor a los 45 minutos, este tiempo va a depender de la zona de lesión y tipo de lesión, ya que entre más tejido blando (piel, grasa, músculo) haya entre la lesión y el exterior, el frío tardará más en llegar a la lesión, esto puede ocasionar daño en las primeras capas, por lo que el terapeuta debe tener cuidado en el uso de esta modalidad terapéutica, ya que las quemaduras por frío se hacen presentes, ocasionando necrosis de tejido.
La modalidad de contraste. Este protocolo por lo general se inicia después del tercer o quinto día, aquí se utiliza lo caliente y frío. Existen infinidad de protocolos, en lo personal lo manejo a razón de tres minutos de calor por dos de frío, por treinta minutos, siempre inicio con caliente y terminar con fomento caliente, a éste protocolo también se le conoce como gimnasia muscular, ya que la caliente relaja, y lo frío hace vasoconstricción, lo que mejora la circulación sanguínea.
La modalidad de fomentos calientes. Se puede iniciar después de los fomentos fríos o después de los contrastes, aunque lo indicado es después de los contrastes.
La acción de los fomentos calientes es la vasorelajación, lo que contribuye a la irrigación sanguínea, la cual al mejorar ayuda a la reparación de tejido, mejorando con esto la recuperación de la lesión. Es importante que el manejo siempre sea acompañado por rehabilitación en lesiones que comprometan el funcionamiento músculo esquelético.
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