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Religión

Alonso, Ignacio y Willy renuevan iluminación de la cruz en el Santuario de Nuestra Señora del Rosario

Los fieles subieron a la torre del campanario para dar mantenimiento a la iluminación, una labor que les ha ganado el reconocimiento de la comunidad
28/09/2025 12:02

EL ROSARIO._ Alonso Bueno López, Ignacio Moisés Beltrán Jara y Willy Barraza son los encargados de reparar la iluminación de la cruz sobre la torre del campanario, la más alta del Santuario de Nuestra Señora del Rosario.

Tras difundirse en redes sociales imágenes de su trabajo, la comunidad de Rosario ha manifestado reconocimiento a su valor.

Esta es una de las muchas historias que existen de la solemnidad de Nuestra Señora del Rosario, cuyo principal objetivo, señalan, es que sea una fiesta digna para la Patrona de los rosarenses.

La torre del santuario se encuentra a una altura de alrededor de 90 metros y además cuenta con poco espacio para maniobrar.

Alonso, Ignacio y Willy realizan estas acciones en el marco de la festividad de Nuestra Señora del Rosario, patrona del Santuario Mariano y la cabecera municipal.

$!Alonso, Ignacio y Willy renuevan iluminación de la cruz en el Santuario de Nuestra Señora del Rosario

En entrevista para Noroeste, Alonso refirió que este es la décimo tercer año que llevan a cabo esta maniobra, siempre encaminada a que luzca el santuario y la festividad en honor a la Virgen.

No obstante, confesó que por un momento creyó que no le sería posible colaborar al estar convaleciente de un pie tras sufrir un accidente, y por la estabilidad que requiere dicha encomienda.

“La verdad que ya esta vez, dije, probablemente ya no voy a poder subir porque había pasado por un caso, ya miré a mis compañeros, no, mejor si subimos y anduvimos allá arríba, la verdad que me bajé, contento con una alegría porque volví a subirme a hacer la labor que hacemos todos los años”, expuso.

Alonso refirió que su labor principal es darle mantenimiento al alumbrado del Santuario para la fiesta, y a invitación del sacristán, Willi Barraza, es que acordaron subir a renovar la iluminación de la cruz.

“Tan solo el hecho de ser rosarenses ya lo hacemos más por devoción, lo que sentimos por estar ahí en la iglesia también; nosotros como somos de aquí nos nace hacer el trabajo ese”, dijo.

Al momento del descenso, señaló que fue grande su satisfacción al saber que pudo cumplir con la labor que le fue encomendada.

El feligrés reconoció que no le teme a las alturas, pero en todo momento fue velar por la integridad de él y sus compañeros.

Agradeció además las bendiciones que los fieles han expresado tras difundirse su labor en el santuario.