Ana Gabriela y Marthita, las amigas inseparables que disfrutaban los viajes y las compras

ESCUINAPA._ Ana Gabriela Romero y Marthita Sánchez Contreras tenían edades distintas pero coincidencias infinitas, que compartieron tanto, que también el duelo por su partida ha unido a sus familias.

Las dos amaban profundamente a sus hijas, cuatro sumaban entre ambas, disfrutaban los viajes, las compras y el luchar todos los días en que sus negocios prosperaran.

Se conocieron hace algunos años, relata Melissa hija de Marthita, en esos viajes de compras en los que Gaby como la llama, iba trabajando para otras personas, juntando gente.

Primero eran cinco, después 10, después 20 hasta que llenó un camión, entonces decidió hacer sus propios viajes, en ese momento Marthita se le unió y desde hace más de 6 años, era su cliente fiel.

Gaby mostró lo agradecida que estaba con ella, en esta última foto que se tomaron el jueves por la mañana, antes de salir a Guadalajara, foto que compartió en su estado de mensajería instantánea.

“Ella es Marthita. Ella fue una de mis primeras pasajeras. Desde hace más de 6 años y aquí seguimos juntas como amigas y clientas”, señala el mensaje con una foto de ambas.

Y es que tenían tantas cosas en común, aunque una tenía 36 años y otra 65, eran emprendedoras, luchonas, ejemplares, buscando darle todo a sus hijas, trabajando para ellas.

Marthita a quien no le gustaba que le dijeran Ventura, trabajo muchos años por las calles de Cajeme, cargando en un diablito diversos artículos del hogar para vender en abonos, cuando se independizo, empezó con la venta de ropa en abono a los mismos clientes, esos eran sus viajes a Guadalajara.

“Mi mamá era una mujer ejemplar, guerrera hasta el final, nos decía estudien para que tengan herramientas para defenderse, apenas hace un año murió nuestro papá”, señala Melissa.

No pueden creer en que el viaje con Gaby haya tenido ese desenlace, creen que están soñando, aunque este día han tenido que dedicarse a hacer tramites funerarios.

Marthita que era el alma de los viajes, era también el alma de su casa, su humor, su estar siempre positiva, el pensar siempre en viajar, en compartir con Gaby, su coordinadora de viajes, su amiga.

“Y la Gaby tan hermosa, tan feliz, tan plena ¿Cómo estará su hijita? Como mi mamá, ella también trabajaba para ella, era todo para ella, así como sus perritos”, expresa Melissa.

Gaby lo que recuerda de ella es que era una mujer emprendedora, que con esfuerzo inicio con su negocio de viajes, pero estos últimos años, ella estaba feliz, plena, empoderada, buscando ir hacía adelante.

“Ella nos decía ‘tengo 30 pero me siento de 15, me siento feliz, plena’ y así lo mostraba, era hermosa”, señala.

Gaby tenia perros pug, era de Sinaloa, cuando salían de Obregón tenían una parada cerca de Mochis, llegaban a dejar a casa de su mamá a Ivanna su hija y a sus perros, de regreso pasaban por ellos, aunque últimamente su hija también se iba con ellos, pero en este viaje no fue así.

No fue así tampoco que coincidentemente no fueran con Marthita una de sus 3 hijas, ambas se fueron solas, juntas como hace más de 6 años, libres, fuertes y en plenitud de su vida pues estaban felices.

“Quiero que así recuerden a mi mamá, guerrera, fuerte, la mejor mamá, a la Gaby feliz, muy feliz por todo lo que logró, guapisma y feliz por todo lo que s estaba queriendo”, señala.

Las amigas no seguirán el mismo camino de regreso, a Marthita la llevaran a Cajeme Sonora sus hijas, a Gaby a Mochis donde la esperan su mamá e hija, de regeso la llevará su hermana.

“Lo más importante de este grupo que inicio la Gaby hace más de 6 años, es que no se veían como un grupo de compras, sino como una familia, eran casi los mismos los que iban siempre”, señala.

Ana Gabriela murió en el camión de pasajeros que coordinó para el viaje y Marthita cuando recibía atención médica en e Hospital IMSS Bienestar.