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Historia

Ana Julia orgullosa de ser de una de las primeras mujer tránsito en el sur de Sinaloa

Pese a las barreras que se encontró en una profesión que “era solo de hombres”, Ana Julia García Rubio, abrió el camino para que otras mujeres también se dedicaran a ser tránsito

EL ROSARIO._ Con 25 años de servicio y convertirse en una de las dos primeras mujeres tránsito en el sur, pese al machismo que permeó su entorno, Ana Julia García Rubio, afirma que esto nunca apagó su vocación.

Conocida como “la güerita” de Tránsito, dijo sentirse orgullosa además de ser punta de lanza para que otras mujeres portaran el uniforme de agentes viales.

Narró cómo con tan solo 19 años, en el año de 1998, egresó del Instituto Estatal de Ciencias Penales como una de las dos primeras mujeres tránsito en el sur.

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Recordó que nada fue fácil ya que se le presentaron muchos retos al ser un oficio que hasta ese momento tan solo era desempeñado al igual que las corporaciones policiales era un mundo de hombres.

En primer lugar fue salir de su casa joven y conseguir el apoyo de sus papás, aunque acudiría en compañía de otra compañera de su misma comunidad, Perla Luna.

“La escogí porque siempre me ha gustado esa carrera, aunque para mí fue muy difícil porque era algo que los hombres hacían y mis papás no estaban de acuerdo pero con el tiempo se hicieron a la idea”, expuso.

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El segundo obstáculo, indicó que fue el llegar a la corporación así como también en las calles donde la sociedad no había visto mujeres policías de tránsito.

Ana Julia, reconoció que fue a base de trabajo y mucho esfuerzo se fueron ganando su lugar ante los compañeros y la ciudadanía.

Un hecho recurrente

“En el tiempo que estuve de tránsito tuve una anécdota de que una señor no quería que yo lo infraccionara por el hecho de ser mujer, cómo una mujer a mi me va a mandar, me va a infraccionar”.

En otro aspecto de su vida que también tuvo repercusión fue al formar su familia, al laborar al lado de hombres le costó una relación que le llevó a dejar de trabajar un año y su regreso fue en el municipio de Escuinapa.

La agente que originaria de la sindicatura de Agua Verde, tras trabajar 12 años en Rosario, actualmente se desempeña desde hace 13 años en Escuinapa donde se encuentra a la espera de su proceso de jubilación.

“La verdad le doy gracias a Dios, porque si yo volviera a nacer volvería a elegir mi trabajo, porque ahí me dio mucho, de ahí saqué adelante a mis tres hijos”, concluyó.

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