|
Día Internacional de la Mujer

Ante la falta de apoyos frente al Covid-19, un reconocimiento es insignificante, dice doctora en Escuinapa

No hay condiciones de igualdad en los servicios de salud, dice Maribel Tapia García, médico del sector salud en Escuinapa

ESCUINAPA._ El reconocimiento como mujer médica fue el escenario perfecto para que Maribel Tapia García levantará la voz, por ella y por muchas compañeras del área de la salud, por la falta de equidad e igualdad, porque la lucha como mujeres tiene mucho camino por recorrer.

La ceremonia oficial del Ayuntamiento para conmemorar el Día de la Mujer parecía un acto protocolario, con lo que se busca recordar el día, pero la doctora que ha estado en la primera línea en el Hospital General luchando contra el Covid-19, decidió hacerse escuchar.

“Qué bonito suena ‘les vamos a hacer un reconocimiento, sí, pero para eso es solo el espacio, la ventana para expresar lo que he sentido durante toda esta pandemia”, dijo.

La doctora se disculpó al señalar que un reconocimiento es insignificante, cuando han vivido un año tan difícil al enfrentar una pandemia, a veces sin equipo de protección adecuado, con salarios raquíticos y con la posibilidad de perder la vida, dejando a su familia sin nada.

“Una disculpa, pero (el reconocimiento) es muy insignificante por todo lo que hemos enfrentado nosotras las que hemos estado en primera línea, arriesgando nuestra salud, nuestra vida y de todos los que han estado a nuestro alrededor”, señaló.

Como médico, al estar en primera línea de batalla contra el Covid-19, ha vivido un año de miedo, de estrés, de pensar que en caso de contagio no tendrá como enfrentar la situación, pues al ser médico de contrato carecen de prestaciones y el salario es de 3 mil 500 pesos.

Le agobia pensar que dejará a sus hijas que aún están en formación, sin nada que les pueda asegurar su futuro.

“¿Cómo nos están reconociendo? Diciendo ‘les vamos a dar un bono’, yo no trabajo por un bono, afortunadamente a mí no me llegó porque me sentí burlada, me sentí burlada por la cantidad irrisoria de mil 500 pesos que le dieron a varios compañeros, ustedes saben cuánto cuesta una ámpula (contra el Covid-19) mil 500 pesos, y eso no paga la vida de ninguno de mis compañeros”, señaló.

Su mamá de 81 años llegó a pedirle que abandonara el trabajo, le manifestó que junto con un hermano le pagarían el salario que tiene de $3 mil 500 a la quincena, pero sigue por convicción, sin que eso signifique que no deba levantar la voz por todos, no solo por su condición de mujer, sino por todos los compañeros, mujeres y hombres que también tienen esa situación.

“Somos mano de obra barata para ellos (Secretaría de Salud), somos invisibles ante sus ojos, porque muchas de nosotras estamos en la misma situación, ganando 3 mil 500 pesos quincenales, arriesgando tu vida y si mañana mueres, solo eres sustituida, no contamos para nadie”, dijo.

Las doctoras como ella solo han tenido en Dios la protección para hacer su trabajo, las oraciones de sus madres, de la gente que los aprecia y las autoridades de salud.

“Yo sé que hay muchos que llegaron mucho después que yo, que son hijos de ahijados, que pertenecen a un partido y hoy ya están basificados y que hoy tristemente hay muchos que están en la misma circunstancia que yo y eso no se vale, por eso dije que la desigualdad sigue, eso escrito en papeles, que la equidad, que la igualdad, pero no se aplica como debe ser”, señaló.

Periodismo ético, profesional y útil para ti.

Suscríbete y ayudanos a seguir
formando ciudadanos.


Suscríbete
Regístrate para leer nuestro artículo
Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


¡Regístrate gratis!