Con veladoras, Escuinapa pide el regreso sano y salvo de Arturo, desaparecido hace una semana
ESCUINAPA._ Las velas se encienden una tras otra, mientras un vaso de agua y los zapatos de trabajo de Arturo Jiménez Palomares esperan a un lado en el mercado “Miguel Hidalgo”.
Este hombre de 37 años se encuentra desaparecido desde el 21 de agosto. La esperanza se mantiene, aunque a veces la angustia gana.
Carteles de búsqueda pegados al interior de cada local en el mercado muestran a ese Arturo sonriente, como es él.
Así es como saluda cada día a los compañeros de trabajo, a los demás locatarios, a los clientes, quienes en redes sociales no dudan en dar fe de que es una buena persona, a quien quieren de regreso.
“Estamos heridos, dolidos, tristes, es un muchacho fino, bueno, amable con todos, llegó chiquillo aquí a trabajar, no entendemos porqué (de su desaparición)”, expresa una locataria.
Cuando supieron que no había llegado al trabajo y a casa ese domingo 21 de agosto, empezaron a buscar la forma de localizarlo, todo de manera sigilosa.
Pensaban que lo verían llegar a las siete de la mañana a trabajar.
Pero nunca llegó...
Al emitirse la alerta de búsqueda, la situación cambió.
La búsqueda comenzó a través de redes sociales, en el quiosco de esta ciudad, que la hizo suya desde hace más de 20 años, donde hizo grandes amigos con los que juega beisbol, va a los bailes o a las peleas de gallos.
Desde los 17 años comenzó a venir a Escuinapa desde su casa en El Cajón del Verde, Rosario, para llegar a las siete de la mañana a laborar.
“Siempre atendía a la gente sonriendo, así como lo ve en las fotos, hemos prendido veladoras, ya es una semana y se nos hace imposible que no esté, él es buena persona con todos, se llevaba con toda la gente, no es gente mala, tiene amigos por todos lados”, señala otro de sus amigos.
En casa lo espera su papá, ya en edad avanzada, quien vive con la zozobra de no verlo regresar.
Quieren saber que está bien y que volverá pronto a ponerse los zapatos del trabajo, para atender sonriendo a sus clientes.
Los patrones lo quieren como hijo, por lo que también están sufriendo.
Amigos y locatarios llaman a la población a que se unan a la búsqueda, a que si saben algo llamen a los números de la Comisión Estatal de Búsqueda de Desaparecidos.
“Es una persona que se da a querer, lo queremos aquí, no le hace daño a nadie, cómo no vamos a llorar, si no sabemos nada y una semana más, tenemos miedo de que algo le haya pasado”, dice uno de sus amigos.