"El diamante extrañará a 'El Cháidez', el culichi que se enamoró de Escuinapa y lo hizo su nuevo hogar"

ESCUINAPA._ El campo Azteca que se convirtió en el "diamante" de proyectos y futuras promesas del beisbol, extrañará al promotor y entrenador deportivo José Antonio Cháidez Moreno.

El culichi, que llegó al municipio muy joven cuando se jugaba la Liga Campesina, decidió fincar su hogar en el sur donde después de jugar profesionalmente, encontró en los niños y jóvenes la manera de trascender.

Este lunes perdió la vida tras accidentarse en una camioneta, cuando regresaban a Escuinapa procedentes de Tecualilla. Sus acompañantes quedaron lesionados.

“Había muchos proyectos, él jugo mucho en Tabasco, allá iba a llevarse a cuatro peloteros, había muchos proyectos, hay mucho desconsuelo, imagínese, desde los siete años entrenaba a mi hijo, hoy tiene 17”, expresó Filiberto Rojo, padre de uno de los jóvenes y amigo del promotor.

Cháidez Moreno siempre vio en los niños y jóvenes el talento, el futuro para ascender en el beisbol, porque sabía que se tenía talento en el municipio, confiaba en ellos.

Como parte del Patronato Impulsor del Deporte, tuvo muchos campeonatos con los ‘mangueros’ en la Liga Alfarera, se llevó también a cuatro peloteros del municipio representando a Sinaloa de manera internacional.

Era de carácter reacio e imponía disciplina, no solo a los niños que entrenaba, sino a sus padres, a quienes les exigía que asumieran también el compromiso para hacer buenos peloteros, era algo que no a todos les gustaba, pero finalmente correspondían a las exigencias, dijo.

“Él tenía sus proyectos en niños y jóvenes, quería seguir con los chavalos, decía que los grandes no íbamos a cambiar y con los niños había chanza de ‘salvarlos’, lo hizo hasta el final, no dejó que uno de los muchachos se viniera con ellos en la camioneta, en la que se accidento”, señala su amigo.

Se va con la satisfacción de haber acomodado a Abraham Camacho con los Toros de Tijuana, con los niños y jóvenes que llevó a las diversas ligas, en los últimos tiempos después de haber sido despedido del INESDE en el municipio, el Ayuntamiento de Rosario le abrió las puertas y allá se jugaban las ligas.

“Para mi papá su más grande pasión era el beisbol, pero como papá se esforzó porque tuviéramos todo, que fuéramos profesionistas y lo logró”, señala su hijo José Antonio Cháidez.

Sus hijos acudían a verlo cada partido, se fueron con él a varias ciudades cuando jugaba en la Liga Mexicana, con el equipo que más duró fue con los Plataneros de Tabasco.

En diciembre su papá cumpliría 60 años, hoy estaría cumpliendo 36 años de casado con su compañera Dolores Cristerna, y lo único que los consuela ante su pérdida, dice su hijo, es saber el amor que le tenían, el recuerdo que deja en cada carcajada, en cada espacio de los campos deportivos y en cada enseñanza que les dejó en valores.

"El Cháidez", como era conocido, será velado hoy martes y mañana sepultado.