‘El Toro’ se monta al fuego y lo doma en Escuinapa

ESCUINAPA._ “Cuando el fuego es tu oficio, te vas haciendo su amigo, incluso con todos los riesgos que implica el que sea parte de tu vida”, asegura Richard Antonio Higuera Estrada, alias “El Toro”.

El sol no se soporta durante el medio día de verano, la sensación térmica llega a los 41 grados, así “El Toro” se moviliza en el crucero de la calle principal de la ciudad.

Solo pide tiempo y distancia a quienes están cerca, mientras el diésel juega en su boca y en la mano se mantiene un alambre con algo que parece una esponja resistente.

“Así como hay gente que aprende a trabajar en tortillerías, en panaderías, aquí también, se aprende a no sentir tanto el calor, te vas haciendo amigo del fuego, yo no me he quemado más que las pestañas”, expresa el llamado “tragafuego”.

A veces es un descuido o quizá la imprudencia del que está cerca, al que por evitar quemar, simplemente los frena, otra es la misma fuerza del viento que llega de pronto como un remolino y lo envuelve.

“¿Puede ver esta toalla?, es para evitar que me queme, a veces el combustible se escurre de la boca, hay que limpiar, antes no lo sabía, y sí llegue a quemarme”, relata.

Su oficio es reciente, apenas son cuatro años que inició en él por casualidad. Sin un peso en la bolsa, un amigo le enseñó en el norte del País, así inició con algo que lo ha llevado a recorrer ciudades grandes y pequeñas.

“No es nada más tirar lumbre, tienes qué prepararte, ver los cuatro lados, este oeste, norte, sur, pestañear, voltear a todos lados, no es fácil, aunque lo parezca, algunas personas las podemos hacer, para otros es algo de más riesgo, de más peligro”, dice.

Se puede decir que la “lumbre” no quema al “traga fuego”, es algo que puede hacerse teniendo el viento a favor, y en ciudades pequeñas estos actos siguen siendo valorados y apoyados por la gente económicamente, lo cual le permite sacar para alimentarse y vivir.