En ejido La Campana, Escuinapa, prevalece entre ruinas ‘tienda de raya’ de Natividad Toledo
HACIENDA LA CAMPANA, Escuinapa._ En el centro de este pueblo aún prevalecen las ruinas de la “tienda de raya” en la que decenas de campesinos se formaban para “recibir el salario” por trabajar en la producción del piloncillo tras procesar la caña.
Pero en realidad se les obligaba a los campesinos a comprar las mercancías para su manutención, y el patrón se las “descontaba a lo chino”.
Desde que dejó de funcionar han pasado 95 años, el inmueble sigue de pie, por lo menos la fachada, y dentro decenas de árboles se cuelan entre las puertas y ventanas, tirando muros y, en algunos casos, sostienen las paredes.
La Hacienda de la Campana, construida por Natividad Toledo, padre del ex Gobernador Antonio Toledo Corro, mantiene la placa que distingue el año de construcción: 23 de julio de 1927, así como las iniciales de quien la mandó construir.
Sus grandes ventanas y muros interiores hacen que la imaginación dibuje que en el lugar vivió una familia de abolengo.
Esta es la única hacienda del sur del estado que se mantiene de pie, pero poco a poco ha sido depredada de la herrería y candados que la resguardan.
“La única hacienda que queda en el sur, aunque es relativamente nueva, es la Hacienda de don Natividad Toledo, la Hacienda de la Campana, que la construyeron en los años 20, era la tienda de raya”, dice el cronista Gilberto López Rodríguez.
Con sembradíos de cañaverales, decenas de personas iban desde los pueblos aledaños a trabajar, relata.
“Se formó un pueblito, que tenía su tienda de raya, peones, incluso había una escuela que él mantenía (Natividad Toledo) les pagaba a los maestros, fue de una trascendencia enorme ese lugar, el molino que se tenía producía entre un 10 y 15 por ciento de lo que hacía el molino de Redo en Culiacán, pero ellos producían azúcar, aquí era piloncillo”, indica.
Esta hacienda, considera, debe rescatarse por el INAH, pues es una construcción especial, en la que toda su herrería fue hecha de manera tradicional, formada con fuego, el material se fundía para empezar a crear las figuras.
Es algo en lo que debería trabajarse porque guarda memorias especiales de lo que ha sido la vida del municipio, su historia, su desarrollo económico y hasta sus luchas.
¿QUÉ ERAN LAS TIENDAS DE RAYA?
La tienda de raya era un establecimiento de crédito para el abasto básico, ubicada junto a las fábricas o haciendas y donde los obreros o campesinos eran obligados a realizar sus compras.
En México se conocieron como tiendas de raya, pues la gran mayoría de los trabajadores eran analfabetos y en el libro de registro de pago de nómina ponían una raya en lugar de su firma.
Las tiendas de raya en México, que no se diferenciaban de las de sus similares en otros países como Estados Unidos, Inglaterra o Francia, tuvieron auge a finales del siglo XIX y principios del XX durante el Gobierno de Porfirio Díaz, quien dio amplias concesiones a empresarios y hacendados, nacionales y extranjeros, para explotar los recursos naturales.
