En Escuinapa, un perro es arropado por comerciantes del Centro al morir su dueño
ESCUINAPA._ Los comerciantes desconocen su nombre, pero saben su historia, y eso es suficiente para que un perro mestizo sea aceptado y reciba una dotación de patas de pollo de un negocio del Centro de la ciudad.
Hasta septiembre del año pasado, el perro recorría junto a su amo de la calle Veracruz a la Francisco I. Madero, hasta llegar a la Pollería Castro a comprar patas de pollo.
Un día no regresaron juntos, el señor tuvo un accidente cortando un árbol a dos cuadras de su casa, ya no volvió; ahora el perro recorre las calles solo, hasta llegar a la pollería.
“Le vamos a poner ‘Risueño’, no sabemos cómo se llama... es un perro que se reía, cuando venía con su dueño él le decía ‘ríete’ y pelaba los dientes, pero ya no lo hace, a veces le decimos lo mismo, pero nos ladra y su cara está triste, ya no se ríe”, expresa Mauricio Zamora Siqueiros.
El dependiente del negocio explica que el dueño del animal, a quien llamaban “Morro Morro”, solía llegar a comprar patas para alimentarlo, y a veces también compraba huevos.
Él les manifestaba que cuando no le alcanzaba el dinero para darle patas, le cocinaba huevos y así lo alimentaba, era una rutina prácticamente diaria la que tenían.
“Llega como a las 4:00, se echa y ya nos está viendo, a veces salgo y le doy las patas porque puede haber gente que le moleste... no es algo que nos regañen, la patrona Carmen también le da a algunos perritos, pobrecito, se quedó solo”, expresa Mauricio.
El perro se queda en el lugar hasta que cierran el negocio, se mantiene expectante, pero ya no sonríe, y aunque es de gran tamaño, no es peligroso, indica, a veces parece más bien algo tímido, como desprotegido.
Saber la historia que tiene, cómo perdió a su amo y la tristeza de su rostro, es lo que le ha llevado a darle un poco de lo que tenía y que perdió el 24 de septiembre del año pasado, precisa.
