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Oficios

Para Irma, elaborar buñuelos y ‘ponteduros’ es una bendición entre sus manos

Con la venta de estos productos se ha permitido sacar adelante a sus hijas y sostenerse
23/12/2024 11:29

EL ROSARIO._ Como una bendición entre sus manos, ve la señora Irma Labrador Venegas el contar con la destreza para elaborar ricos buñuelos y “ponteduros”.

“Para mi es mi bendición mi trabajo, porque tengo años trabajándolo... Y bendito Dios que me dio esta sabiduría porque hay que darle provecho a lo que Dios le da a saber, el don de saber porque hay mucha gente que le gusta mi producto”, refirió.

Oficio el que asegura le permitió sacar adelante a dos hijas, y ahora se han convertido en el medio para sostenerse desde hace más de dos décadas en la ciudad.

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“A mí es muy bueno, porque pues, de aquí digamos no es para hacerme rica pero para mantenerme sí, para sobrevivir”, expresó.

Mientras comparte su experiencia, junto a su carrito creado para desplazarse con facilidad la ve atenta su fiel compañero de ventas, su nieto Alejandro, quien asegura la acompaña cuando no está en la escuela y mientras su hija trabaja.

Irma recordó que desde niña aprendió el que ahora es su fuente de trabajo en su natal El Magistal, municipio de Concordia.

“Allá vendí y ahora me vine para acá y aquí sigo mi trabajo porque es lo único que sé hacer de mi trabajo ‘ponteduros’ y buñuelos”, indicó.

El mudarse a Rosario, refirió que se debió al hecho de que otras personas hacían lo mismo en su comunidad por lo que decidió probar suerte hace 18 años.

A pesar de que cuenta con dos lugares para la venta, Los Arcos y La Chalata, el acondicionar una carriola como carrito para la venta, sostuvo que fue para recorrer las calles cuando las ventas no son buenas.

“Todo el tiempo (vendo), yo doy vuelta con la temporada, obvio ahorita se vende poquito más, durante el año se vende menos pero pues es mi único trabajo; yo busco la forma, caminando, ambulantemente, buscando los clientes”, aseguró.

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Reconoció que diciembre y sus celebraciones como son posadas y fin de año, es la mejor fecha para su oficio ya que cuenta con pedidos, e incluso se ha adaptado a tal grado de que hace buñuelos del tamaño de una tostada en paquetes para las fiestas.

La práctica, reconoció, le ha dado la facilidad de hacer hasta 300 buñuelos y otro tanto de ponteduros al día, pero prefiere hacer pocos pues se comprometió en vender calidad a sus clientes, es decir que sean del día.

Motivo por el cual para el diario realiza 100 buñuelos y alrededor de 30 a 40 “ponteduros”, los cuales vende a 12. 50 y 15 pesos respectivamente.

“Puedo hacerlos cuando me hacen pedidos pero yo no hago mucho porque me gusta sacarlos nuevos, nuevos”, concluyó.