"Pese al calor, no faltan a su cita con sus muertitos"
ESCUINAPA._ Cientos de familia llegaron al Panteón Municipal “Benito Juárez” para vivir la fiesta del Día de Muertos; hicieron presencia alrededor de 3 mil personas, informó el panteonero Manuel Vásquez Rojas.
“Es más gente de la que esperábamos que vinieran, ya tenemos como 3 mil personas aquí y llegarán más por la tarde”, dijo.
Los deudos llegaron para pasar el día en el camposanto, pese al intenso calor, que de acuerdo a Protección Civil se registraron temperaturas de hasta 36 grados, con sensación térmica de 39.
Con cobijas o lona sobre las tumbas, los visitantes trataron de mitigar las altas temperaturas mientras disfrutaban el día con sus seres queridos que se adelantaron en el camino.
Comida, cerveza, ceviches, tamales de camarón, tacos dorados de camarón formaron parte de la gastronomía que se disfrutó dentro del camposanto.
Fuera de este el transitar incesante de personas buscando tumbas o preguntando al encargado dónde se localizaban los restos de algún familiar. Lo saturado del panteón municipal, único en el municipio, hace imposible a veces localizar las tumbas, los caminos se han perdido entre mausoleos y criptas que parecen amontonarse.
“No hay por dónde pasar, no encontramos la tumba de mi abuelita, todo cambia, de pronto ves encimadas tumbas una tras otras, tienes que pasar encima de los muertos buscando”, expresó Emilia Tirado, quien venía de fuera.
Los deudos se quejaron no solo del vandalismo, sino de la suciedad del lugar, pues los montones de basura se observaban entre los caminos del panteón, siendo un riesgo para quienes transitan por el sitio.
“Esta súper sucio, montones de basura afuera del panteón y aquí adentro, dicen que no hay camiones para sacar la basura porque están descompuestos, ¿no les alcanzó el tiempo para limpiar? Ni modo que todo el año sea Día de Muertos, se pueden programar”, dijo Rosa López.
Algunos jóvenes de centros de rehabilitación sacaban la basura, pero esta comenzó a amontonarse en un remolque, pues no había camión para llevarla al basurón y fue día de asueto para empleados municipales.
“No hay por dónde pasar, no encontramos la tumba de mi abuelita, todo cambia, de pronto ves encimadas tumbas una tras otras, tienes que pasar encima de los muertos buscando”.
Emilia Tirado