Abrirá sus puertas para tres exposiciones

Una serie de exposiciones se abrirán este viernes 30 de abril en el Museo de Arte Mazatlán, las cuales serán organizadas por el Instituto Sinaloense de Cultura, a través de su delegación Sur.

Una de las exposiciones lleva por nombre “Construcciones del imaginario-mutuo”, del artista plástico Rubén Maya, que estará en la Galería Antonio López Sáenz.

A su vez, se inaugurará la exposición “Teoría del calor”, del artista mazatleco Taqhero, en la Galería Roberto Pérez Rubio, mientras que en la Sala Carlos Bueno se podrá apreciar la exposición “Los días aciagos. Ecos y reverberaciones”, del pintor David Mirra.

Las tres serán puestas en marcha con el corte del listón que se tiene previsto a las 19:00 horas, en las instalaciones del museo porteño y estarán montadas hasta el 27 de junio.

La exposición de Rubén Maya se trata de su obra más reciente y su formato es de 100 piezas circulares de papel algodón, en dimensiones pequeñas, pero con otras piezas de gran magnitud en el que la museografía interviene para causar movimientos en las emociones de los espectadores.

La propuesta consiste en una reflexión en dibujo con tinta, acrílico y transfer. Su contemplación depende de la intervención museográfica, en el que activa la dinámica del conocimiento interno, desde las emociones cíclicas en construcción, interviniendo en la sala con formatos no convencionales, de manera que se crea una dinámica expresiva por sí misma, pensadas para que, desde lo inusual de su formato, cause estos impactos internos, en conjunto con las características del espacio museístico.

La exposición de Taqhero está inspirada en el clima y colores de la región, en este caso, el sur de Sinaloa, influenciado en la historia del arte desde la Prehistoria, como el arte rupestre en las cuevas de Lacroix, los clásicos Griegos, Japón y la cultura popular mexicana, como el cómic, las figuras religiosas y divinas, el grafiti y las intervenciones urbanas que van surgiendo con el tiempo.

De estas inspiraciones surge la propuesta de Taqhero, que logra recrear una mezcla que surge de todos esos elementos y su deterioro, en conjunto con sus ideas, sueños y cuentos que ha presenciado. Este, como su proceso creativo, es repetitivo y no tiene fin, al igual que la vida misma.

Por su parte, la exposición de David Mirra, se trata de los días que fueron memoria, pero también días que profesan el porvenir, porque aborda la construcción de la imagen dentro del espacio plástico, como parte de un mecanismo ontológico que materializa la fabricación física de expresiones, pensamientos y deseos.

Consiste en una serie de piezas que hurgan en los territorios de la semántica de lo posible, recogiendo los restos descriptivos de lo que fue paisaje, cuerpo, individuo.

Por ende, estas piezas atesoran las memorias de lo que conocemos como lo animal-instintivo y son la clara cuenta de los esfuerzos por perpetuar la imagen pictórica, la estructura del relato y el uso de la presencia y las ausencias de los espacios habitados.

Estas obras hacen un recorrido por la historia de la humanidad, en diferentes momentos y circunstancias, grabadas al óleo sobre madera, en formato mediano, de un metro a metro y medio, las cuales también estarán a la venta para el público en general.