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"Antoine de Saint-Exupéry, autor de El Principito, fue también el rey de las patentes"

"Este martes se cumplen 74 años de la muerte de Antoine de Saint-Exupéry, el autor de El Principito, la obra literaria francesa más traducida de la historia"

Así, cuando distinguió por vez primera mi avión me preguntó:

- ¿Qué cosa es esa? - No es una cosa. Eso vuela. Es un avión, mi avión.

Me sentía orgulloso de decirle que volaba.

Antoine de Saint-Exupéry estaba muy ligado a la aviación.

El autor de El Principito, obra a la que pertenece el fragmento anterior, fue además de una figura clave en la historia de la literatura fantástica y el escritor de la que es hasta el momento la obra en francés más traducida del mundo, un gran aviador que plasmó gran parte de su experiencia como piloto militar y comercial en historias como Vuelo nocturno, Piloto de guerra o El aviador.

Pero además de escribir y pilotar, la creatividad e intelecto de Saint-Exyupery le llevó a inventar distintos artilugios, todos, como no podía ser de otra manera, ligados a la aeronáutica.

El escritor no contaba con formación académica específica, pero su amor a las matemáticas y a la física le permitió adquirir los conocimientos necesarios como, para al menos, patentar los 11 inventos que siguen constando con su nombre en la Oficina Europea de Patentes.

Como homenaje a esta figura clave de la literatura en el 74 aniversario de su muerte y en recuerdo de ese joven Principito que no sabía qué era un avión, El Confidencial ha recopilado algunos de los inventos que patentó Saint-Exyupery en Francia durante sus años de vida:

Método para aterrizaje de aviones sin visibilidad

En 1934 el piloto crea un método para agilizar el aterrizaje de aviones en situación de baja visibilidad, y poco más tarde, en 1937 se reafirma en su proyecto y lo amplía incluyendo esta vez una serie de dispositivos para su realización.

Funciona de la siguiente manera: la parte delantera del avión proyecta una figura oval o circular sobre el suelo mientras en la parte posterior de la aeronave una célula fotoeléctrica mide el tamaño de la figura proyectada para determinar a través de éste a qué distancia del suelo se encuentra el avión.

El gonígrafo

El mismo año, apenas unos meses más tarde el francés registra en la oficina de patentes el gonígrafo, un artilugio que sirve para medir los ángulos y así trazar de manera más sencilla las rutas sobre los mapas.

Sistema repetidor de lecturas

1937 fue un año de ideas para Antoine de Saint-Exupéry. Además del gonígrafo y del nuevo y mejorado método de aterrizaje de aviones sin visibilidad sumó una patente más, la del sistema repetidor de lecturas, una tecnología que permite duplicar las mediciones de distintos artilugios con la utilización de espejos y células fotoeléctricas.

Sistema de propulsión para aviones

Solo un año más tarde, en 1938, llevando más de siete años sin publicar ninguna obra literaria, llevó a la oficina de patentes el registro de su propio sistema de elevación y propulsión para aviones basado en la utilización de cohetes u otras fuentes de energía que provoquen un efecto de expansión.

En 1940, un año después de que viera la luz su cuarto libro, Tierra de hombres, y coincidiendo con el año en el que el Gobierno francés le otorgó la Cruz de Guerra en reconocimiento a su participación en la Segunda Guerra Mundial, Saint-Exupéry patentó un nuevo sistema de búsqueda de posición basado en la utilización de transmisores y receptores de radio que servían para medir el tiempo que tardaba una señal en viajar de un punto hasta otro con el objetivo de determinar la distancia entre estaciones fijas.

Pese a sus empeños y a la originalidad de este invento, uno de los últimos que patentó, el sistema de búsqueda de posición por ondas electromagnéticas no tuvo mucho éxito por su poca practicidad a la hora de instalarse.

Además de estas patentes, Antoine de Saint-Exupéry también patentó un sistema de perfeccionamiento en los medios de control del motor en vuelo mediante un solo dispositivo indicador, un método de localización por ondas electromagnéticas, un nuevo método de medición mediante la superposición de curvas simétricas, su aplicación a los dispositivos del avión y un aparato trazador de rutas especialmente pensado para navíos y aviones que, como dice el famoso piloto que se encuentra con el El Principito: "no dibujaré, por tratarse de un dibujo demasiado complicado para mí".

 

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