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"Aura Patrón disfruta de la danza y de ser madre"

"Este 10 de mayo la bailarina profesional disfrutará del Día de las Madres al lado de su hija Luna"
09/05/2019 13:35

En 1978, Shirley MacLain protagonizó la película “Momento de decisión”, en el que dos amigas dedicadas a la danza, una decide seguir y triunfar en esa profesión y la otra deja su trabajo para tener una hija y formar una familia. Esa era la historia de todas las bailarinas de ballet hasta antes de los años 90, del siglo pasado, mas Aura Patrón vivió otra realidad, es bailarina profesional y también es mamá.

“Hace 11 años, cuando no sabía cómo sería el camino de ser mamá y me dieron la noticia: me emocioné y al mismo tiempo me dio mucho miedo, pensé que iba a ser muy difícil compaginar el trabajo con la danza y ser mamá”, confiesa.

“Hasta los años 90 del siglo pasado había muchos prejuicios con que fueras bailarina y mamá, porque decían que la carrera era tan demandante que si eras una cosa no podías ser la otra, creían que si eras mamá no podías atender la carrera adecuadamente y con profesionalismo”, reconoce la también coreógrafa.

Aura no fue de las primeras que rompieron con ese tabú, pero sí es una mazatleca que ha abierto brecha en ese sentido.

“A mí me tocó pertenecer a una generación que rompió con ese prejuicio, cuando yo entré a esta aventura, otras compañeras estaban viviendo esa experiencia o ya eran mamás, y fue muy bonito sentirme acompañada en ese viaje.

“Aprendimos juntas a sobrellevar las dos carreras, al tener aliadas alrededor, más bailarinas siendo mamás me dio mucha seguridad de enfrentar con alegría esa experiencia”.

Un bailarín necesita tener memoria emotiva, pero sobre todo tener experiencias que lo formen, le den madurez y vivencias que le permitan enriquecer la interpretación de su personajes.

“Ser mamá te hace madurar muchísimo, ves la vida de diferente manera, te nutre de sabiduría, de sentido común, cambia tu forma de pensar, todo eso te ayuda a asumir y enriquecer los papeles que te toca interpretar sobre el escenario”, dice.

“Los bailarines trabajamos mucho con las emociones y las experiencias de vida, entonces tener un hijo, potencializa tu capacidad de interpretar, porque llevar un ser vivo en tu cuerpo es algo contundente, que te cimbra y te cambia la vida”.

Aura pertenece a Delfos, una de las compañías de danza contemporánea más importantes de México, sus integrantes son maestros de la escuela que el grupo dirige en Mazatlán.

Un bailarín de Delfos tiene agenda llena casi todo el tiempo, entre las clases que tiene que dar en la Escuela Profesional de Danza Contemporánea, los ensayos para sus presentaciones locales, nacionales e internacionales, las giras por todo México y por el mundo.

“Agustín Martínez, mi pareja, y yo, nunca nos cuidamos, dejamos que la vida fluyera, no nos hicimos ilusiones con tener un hijo, pero tampoco estábamos negados a la idea, cuando los exámenes salieron positivos, nos llenó de alegría”, mencionó sobre la llegada de Luna a su vida.

“Luna nos ha acompañado a las giras, muchas veces está con nosotros en los ensayos y en las funciones, la tramoya y los camerinos han sido parte de su hogar. Todas estas experiencias han enriquecido su vida, el arte ha acompañado a nuestra hija toda su vida”, afirma.

Ser mamá

“Ser mamá es tener muchos momentos de ternura, cariño, formación, confrontaciones, fricciones que cada rato surgen, las manejamos y las resolvemos, a veces bien y otras regular. Comienza el día discutimos, nos ponemos de acuerdo, nos enojamos, pero al final del día terminamos abrazados y diciéndonos que nos queremos mucho”, aseguró.

“Con Luna bailé hasta los seis meses de gestación, nunca me incomodé, al principio hubo un poco de temor, pero conforme me di cuenta que no pasaba nada si bailaba, además el doctor me dijo que como lo había hecho toda la vida, mi cuerpo y el bebé se iban a adaptar, por eso bailé en el escenario hasta los seis meses”.

Comparte que tardó un año para poder estar al nivel que estaba antes de embarazarse.

“Las articulaciones se desestabilizaron y las tuve que recuperar; la flacidez en el estómago lo tuve que eliminar, los muslos sin el punch del entrenamiento mermó la fuerza de piernas, parte de mi elasticidad se perdió y otras cosas, por eso me tomó un año de entrenamiento, recuperé el cuerpo y la fuerza de una bailarina”, recuerda.

Su experiencia

“Tener una bebé en los brazos es una experiencia maravillosa, proteger un ser que depende de ti totalmente, desarrolla tu instinto materno, que se traduce, sobre todo, en protección. Ver los sueños de amor de una pareja materializados en un ser que se convierte en proyecto de vida de dos personas es muy bello.

“Son tres vidas entrelazadas que se llaman Agustín, Luna y Aura, ver cómo acompañas esa vida es muy emocionante. Creo que sí está bien que se celebre el Día de la Madre porque se siente bonito que te festejen por ser mamá, que es estar desde que nace hasta que muere o mueres al pie del cañón con un amor incondicional que lo sostiene y lo arregla todo”, destaca.