"Camelot en Mazatlán"
La puerta de entrada a la luneta del teatro se disfrazó de puente levadizo flanqueado por dos torres de un castillo medieval inglés de la época del Rey Arturo. Los que asistieron, al pasar el umbral del castillo y empezar a escuchar la legendaria música, se trasladaron a un mundo perfecto, Camelot, construido con melodías cargadas de emociones, que remiten a un estado ideal, una música creada por tres genios que han conquistado literalmente el mundo occidental y parte del oriental.
El espectáculo “Music of the knights” (Música de los caballeros) marcó el regreso del público de la colonia extranjera al máximo foro porteño. Este es como golondrina de otoño que emigra cada año al sur buscando el clima benigno que le ofrecen las marismas del sur de Sinaloa.
Este grupo de la comunidad estadounidense y canadiense amantes de Mazatlán estuvo listo para ser parte de una velada musical plena de emociones, y llenó las butacas del Ángela Peralta la noche del viernes pasado. El concierto reunió las obras de tres caballeros ingleses que fueron nombrados Sir por la Reina de Inglaterra por sus servicios a la música: Sir Andrew Lloyd Webber, Sir Elton John y Sir Paul McCartney.
La Camerata Mazatlán, dirigida por el director concertador estadounidense Rich Ridenour, acompañó a los cantantes también nativos del vecino país del norte: Blaine Krauss, Kelli Rabke, Lorinda Lisitza y Scott Coulter, los cuatro se han especializado en musicales de Broadway, su vasta experiencia en el género estadounidense por excelencia aseguró una inmediata conexión entre el auditorio y los artistas.
La Camerata Mazatlán llenó el teatro con la introducción de “El fantasma de la ópera” de Lloyd Webber, fue una apertura espectacular que retomó algunas de las melodías más brillantes de este musical que contribuyo a hacer billonario a su compositor y puso a tono a todo el auditorio.
El cantante Blaine Krauss, que en algún momento de su carrera cantó el personaje de “Simba” del musical “El Rey León”, para La Camerata tocó “Tu canción” de Elton John, que sigue haciendo vibrar a los públicos del mundo que vivieron intensamente los 70 y los 80 del Siglo 20.
La carrera de éxitos de Lloyd Weber inició con “Jesucristo superestrella el musical”, de esa obra Lorinda Lisitza cantó la famosa canción que interpreta el personaje de “Magdalena”, “No sé cómo amarlo”.
“Evita” es uno de los mayores éxitos de la historia del “West end”, la zona de teatros dedicados a los musicales en Londres; de esta obra Kelli Rabke, que ha interpretado el papel de la muchacha ambiciosa que no tuvo escrúpulos para escalar a las más altas esferas de la política argentina, interpretó “Buenos Aires”.
De Elton John el cantante Scott Coulter interpretó, con poca gracia, pero con mucho dramatismo, uno de sus más sonados éxitos en los 70, “Adiós camino de ladrillos amarillo” y “Puedes sentir el amor esta noche” de “El Rey León” y “Cocodrilo rock”.
Paul McCartney hizo su aparición en la memoria y en los sonidos de la noche con su “Canciones tontas de amor”.
La segunda parte del programa inició en lo alto con “No llores por mi Argentina” de “Evita”, que dejó vibrando la emoción en la atmósfera del Teatro Ángela Peralta.
Paul McCartney escribió la música y letra de “Vive y deja morir” de la película del mismo nombre, que se estrenó en 1973 y que fue protagonizada por Roger Moore; del mismo autor interpretaron “Tal vez estoy sorprendido” y el mayor éxito de este autor, “Yesterday”, cantado por los cuatro vocalistas y La Camerata Mazatlán.
Uno de los momentos más conmovedores de la noche fue cuando Kelli Rabke cantó “Memories” del musical “Cats” de Adrew Lloyd Weber, ella representó en algunas ocasiones al personaje de la gata vieja de ese musical que le dio la vuelta al mundo.
Una canción de Elton John que dejó huella porque la cantaron juntos George Michel y Elton John en un concierto fue “No dejes que el sol se oculte” con la que cerraron la presentación.
El público pidió con su insistente aplauso que regalaran un tema más y escogieron “Hey Jude” de Paul MacCartney, en esa ocasión el público se puso de pie para aplaudir y despedir a los artistas.
¿Grosería o aires de gran señor?
El conductor y cantante del espectáculo, Scott Coulter, en su afán de hacer amena la noche con su ingenio y capacidad para improvisar, se dio cuenta que tenía una agujeta del zapato desabrochada, y lo dijo por el micrófono, entonces un espectador de la primera fila señaló que desde hacía tres canciones estaba así, a lo que el conductor, entre en broma y en serio, con actitud de humorística prepotencia le ordenó que le anudara la agujeta, y el espectador lo hizo.