|
Música clásica

Cautiva el Coro de la Ópera de Sinaloa con el ‘Réquiem’ de Mozart

Fue la primera de dos presentaciones; la segunda fue en la Parroquia de Cristo Rey de la colonia Burócrata, en Culiacán

Las 42 voces del Coro de la Ópera de Sinaloa ofrecieron una emotiva interpretación del “Réquiem”, de Wolfgang Amadeus Mozart, en la Parroquia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos de la Colonia Libertad de Culiacán, con el objetivo de llevar las más bellas expresiones del canto coral a la comunidad.

Bajo la dirección del barítono Marco Antonio Rodríguez y con el acompañamiento al piano de la maestra Zlatina Valkova, el Coro se presentó además con esta obra maestra de la música religiosa, en la Parroquia de Cristo Rey de la colonia Burócrata de Culiacán.

El programa en la parroquia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, que lució un lleno total, tuvo como solistas a la soprano Yuri Salazar Rivas, a la mezzosoprano Belén Elisama Valenzuela Mata, al tenor Pedro Pablo Camacho y al barítono Luis Leoncio Luna Reynoso, quienes ofrecieron unas muy buenas interpretaciones.

Mientras que, en el segundo concierto participaron como solistas Adriela Macías Gion (soprano), Miroslava Elizabeth Aguilar (mezzosoprano), Iván Valdez Ojeda (tenor) y Luis Leoncio Luna Reynoso (barítono), todos ellos con experiencia como solistas y con participación en diversas óperas y zarzuelas.

Victoria Tatto, directora de Compañías Artísticas del Isic, dio la bienvenida y ofreció algunos pormenores sobre la obra, y dijo que traer esta obra a la comunidad es parte del compromiso de esta administración estatal para acercar las bellas expresiones del arte a la comunidad, e invitó a los presentes a acudir a su vez a conciertos como los que ofrece la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes, que regularmente tiene programas los jueves, a las 19:30 horas y los domingos, a las 12:30 horas en su recinto del Teatro Pablo de Villavicencio.

A continuación, el Coro interpretó los 14 pasajes de la famosa pieza coral de Mozart, agrupados en siete partes, que son las que integran una composición para una misa de réquiem, y abrió con el “Réquiem aeternam” (Descanso eterno...), para continuar con “Kyrie elesison” (Señor, ten piedad), “Dies irae” (Día de ira...), y “Tuba mirum” (“La trompeta...”, en la grave voz del barítono).

Luego con “Rex tremendae majestatis” (Rey de tremenda majestad), “Recordare, Iesu pie” (Acuérdate..., a cargo de los cuatro solistas), y “Confutatis maledictis” (Rechazados los malditos...) para cerrar la tercera parte con la muy conocida “Lacrimosa dies illa” (Día de lágrimas aquél...), que muchos no perdieron la oportunidad de grabarla en sus celulares.

Y finalmente, “Domine Iesu Christe” (Señor Jesús...), “Hostias et preces” (Súplicas y alabanzas...), “Sanctus, sanctus” (Santo, santo...), “Benedictus qui venit” (Bendito el que viene...), “Agnus Dei” (Cordero de Dios...) y “Luz aeternam” (Luz eterna..., para la soprano y coro).

Con ello cerró una noche de profundo fervor religioso, con una de las obras maestras de Mozart, quien la compuso a unos días de su muerte (el 5 de diciembre de 1791) sin terminarla, y de la cual dice la leyenda que la compuso previendo su deceso ya que fue la misma Muerte el misterioso personaje de negro que lo visitó una noche para encargarle que compusiera un réquiem.

Periodismo ético, profesional y útil para ti.

Suscríbete y ayudanos a seguir
formando ciudadanos.


Suscríbete
Regístrate para leer nuestro artículo
Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


¡Regístrate gratis!