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Inicia el Festival Internacional de Guitarra

Comparte Andrea González Caballero su amor por música española

La guitarrista originaria de España presentó el programa Reencuentros, con obras que influyeron su vocación desde la infancia

Andrea González Caballero tenía 7 años cuando escuchó la memorable obra Rsinaloense

En el teatro Pablo de Villavicencio, la guitarrista española compartió el espectáculo Reencuentros, con un programa de obras que influyeron desde su infancia en su vocación por la música.

El festival tuvo un breve acto inaugural presidido por Rodolfo Arriaga, director de Programación Artística del Instituto Sinaloense de Cultura, en representación del director, Juan Avilés Ochoa, y por Marco Vinicio Camacho, presidente de la Fundación Cultural de la Guitarra A.C, con la presencia de miembros de esta asociación, y de Adolfo Plata, director del Instituto Municipal de Cultura de Culiacán.

El programa abrió con Rondeña, una pieza de R. Sainz de la Maza (1896-1981), tras lo cual dirigió unas palabras sobre este repertorio, exclusivamente de música española que fue recolectando como parte de un proyecto en torno a música hispana, tanto orquestal como para guitarra.

De Isaac Albéniz (1883-1909), la instrumentista interpretó cinco piezas para orquesta muy conocidas como Cádiz, Granada, Asturias, Cataluña y la bellísima Sevilla, todas con arreglos de Manuel Barrueco.

Memorable en todo sentido, y muy conocida aún por los más neófitos, siguió con Recuerdos de la Alhambra, de Francisco Tárrega (1882-1909), una de las grandes obras de la guitarrística española y que, a los 7 años, dijo, la hizo soñar con tocarla algún día, y de la cual hoy ofreció una versión maravillosa y evocativa.

De Manuel López-Quiroga (1899-1988), un autor de coplas de la primera mitad del siglo 20, retomó cuatro coplas que de niña oyó a su abuela cantar y que incorporó a su proyecto con arreglos de Carles Trepat, como son Tatuaje, Ojos Verdes, Dime que me quieres y Romance de Valentía, todas con aires populares.

Cerró con algunas piezas de La vida breve, del infaltable Manuel de Falla (1876-1946), quien, aunque compuso música para guitarra, seleccionó tres piezas orquestales con arreglos para guitarra de Joaquín Clerch, para mostrar las capacidades de este instrumento, como son Pantomima, Danza del Molinero y Danza Española, que fueron rubricadas con un largo y cálido aplauso por parte del público.

Ante el fervor de los aplausos, regresó para conceder un encore, con una de las Canciones populares catalanas, de Miguel Llobet, breve pero preciosa, con lo que cerró el programa.

El Festival continúa el próximo fin de semana con un concierto el viernes 15, a cargo de Carlos Arturo Bedoya, de Colombia, y otro el sábado 16, a cargo de Bernardino Rodríguez.

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