Dan a conocer a los ganadores del Premio Nacional de Artes y Literatura 2025
El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y el Sistema de Apoyos a la Creación, da a conocer a los ganadores del Premio Nacional de Artes y Literatura 2025.
En el Campo I. Lingüística y Literatura
Se distingue al escritor José Agustín Monsreal Interián, por su devoto y minucioso cultivo de la lengua y la narrativa en México a lo largo de más de 50 años.
“La trascendencia de su aporte a la formación humana y literaria de varias generaciones de escritores y lectores, así como la necesidad de visibilizar su sólida obra”.
Monsreal, originario de Mérida, Yucatán, es un autor fundamental de la literatura mexicana contemporánea. Nacido con una vocación temprana por la palabra escrita, su obra se ha nutrido de la observación aguda de lo cotidiano, de una sensibilidad poética inconfundible y de una capacidad lúdica que encuentra en la brevedad un universo entero.
Durante más de 40 años ha sido un autor fecundo, además de un promotor apasionado de la lectura y formador generoso de nuevas generaciones de escritores, figura clave en el desarrollo cultural del sureste mexicano.
Su labor ha sido reconocida con múltiples premios, entre ellos el Premio Nacional de Cuento de San Luis Potosí (1978), el Premio Antonio Mediz Bolio (1987 y 1996), y las más altas distinciones otorgadas por el estado de Yucatán: la Medalla Yucatán (1999) y la Medalla “Héctor Victoria Aguilar” (2009).
El reconocimiento en el Campo II. Bellas Artes
Es para Irma Palacios Flores, “por su impecable y continua trayectoria que, a través de su depurada técnica, ha conseguido transmitir una mirada poética y conmovedora”.
Originaria de Iguala, Guerrero, Palacios ha consolidado una obra profundamente comprometida con la exploración material y la abstracción lírica que la ha convertido en una figura clave del arte contemporáneo mexicano.
Se le reconoce no sólo por ser una artista prolífica y rigurosa, sino también una creadora que ha sostenido un compromiso ético y estético a lo largo de más de 60 años. Su trabajo ha sabido mantener la frescura de la experimentación sin renunciar a la profundidad conceptual.
Es una figura que ha contribuido de manera decisiva a expandir las posibilidades del lenguaje pictórico en México, articulando una voz sensible, firme y generosa. Ha sido distinguida en numerosas ocasiones: Primer Lugar en la Primera Bienal de Pintura Rufino Tamayo (1982), Premio de Adquisición del Salón Nacional de Artes Plásticas (1985), la Beca Guggenheim (1986), la Medalla Bellas Artes (2022), entre otras.
En el Campo III. Historia, Ciencias sociales y Filosofía
Se otorga el galardón a Mario Humberto Ruz Sosa, “por su perfil interdisciplinario, enfocado al estudio del sureste de México y la cultura maya. Destaca su notable productividad académica nacional e internacional en la investigación –procurando la traducción de su obra a lenguas indígenas y la construcción de una metodología para el rescate y comprensión de fuentes primarias-, la docencia y la formación de recursos humanos.
Es encomiable su participación en la creación y dirección de instituciones académicas y culturales”. Ruz, originario de Hunucmá, Yucatán, ha destacado por su labor en áreas como la historia, la etnología, la antropología médica y la lingüística histórica.
Sus trabajos con base en materiales de archivo y revisiones bibliográficas lo han llevado a ser uno de los especialistas más reconocidos en la historia del mundo maya. Gracias a una novedosa forma de estudiar los materiales consignados en tzeltal (y no su traducción al español), propuso una metodología que le facilitó plantear una suerte de “etnología histórica” para reconstruir los paisajes naturales y culturales de grupos sobre los cuales no existen crónicas.
En el Campo IV. Artes y Tradiciones Populares
Recibe la distinción Catalina Yolanda López Márquez, “por el rescate, conservación y difusión, con énfasis en el proceso de enseñanza-aprendizaje, de las tradiciones populares de Oaxaca. Su trabajo es fundamental para la preservación de la grana cochinilla, como patrimonio biocultural y materia prima nodal para la creación de las artes populares”.
Originaria de Oaxaca de Juárez, Oaxaca, López encontró muy pronto en su vida en el mundo natural, particularmente en los insectos, un universo fascinante de significados, colores y posibilidades.
Su curiosidad científica la llevó a cursar la preparatoria técnica en laboratorio clínico-químico, pero pronto encontró su verdadera vocación más allá del laboratorio, en el rescate de un arte milenario: la cría y el aprovechamiento de la grana cochinilla fina del nopal.
A sus apenas 19 años fue convocada para coordinar el Centro de Desarrollo e Investigación de la Cochinilla en Ejutla. Desde entonces ha tenido una vida dedicada a investigar, conservar y difundir el conocimiento sobre este insecto prehispánico que durante siglos dio color a códices, textiles y murales. Su enfoque integró el conocimiento empírico, la observación científica y la pedagogía comunitaria.
Es cofundadora del Museo Vivo de la Grana Cochinilla, un espacio educativo y artístico donde niñas, niños, jóvenes, turistas y especialistas pueden conocer de cerca el ciclo biológico del insecto y los procesos tradicionales de obtención del tinte natural.
Entre otros reconocimientos ha recibido el Primer Lugar del Premio Nacional a las Mujeres Mexicanas Inventoras e Innovadoras (2008) y el reconocimiento Tesoros Humanos Vivos (2023).
Sobre el premio
El Premio Nacional de Artes y Literatura reconoce e impulsa el trabajo de las y los artistas, investigadoras e investigadores más destacados del país para preservar el patrimonio nacional e impulsar su proyección global.
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En Historia, Ciencias sociales y Filosofía se otorga el galardón a Mario Humberto Ruz Sosa. -
En Lingüística y Literatura se distingue al escritor José Agustín Monsreal Interián, por su devoto y minucioso cultivo de la lengua y la narrativa en México a lo largo de más de 50 años.