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Música

Dedica la OSSLA memorable concierto a las mujeres

Jessica Torrero, Claudia Puebla, Samantha Sánchez y Evelyn Tovón, el Taller de Ópera de Sinaloa participaron en el espectáculo

Con el programa especial De mujeres, la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes conmemoró el Día Internacional de la Mujer.

En el Teatro Pablo de Villavicencio, la OSSLA, bajo la dirección del maestro Eduardo García Barrios, interpretó temas compuestos por mujeres en las voces de las sopranos Jessica Torrero, Claudia Puebla, Samantha Sánchez y Evelyn Tovón, del Taller de Ópera de Sinaloa.

El concierto inició con la Obertura en Do mayor, de la compositora portuguesa Mariana Martínez que, en el siglo 18 estudió música con figuras como Joseph Haydn y que compuso música de gran calidad que sin embargo no ha sido reconocida.

Siguió con Soy desierto, una recreación de los cantos cardenches de Coahuila, compuesta por la mexicana Andrea Chamizo, en la que recupera el único género anónimo polifónico, hoy en extinción, y que abrió con voces femeninas tras bambalinas cantando la introducción, Soy una mujer. Una pieza con la que obtuvo mención honorífica en el Concurso de Composición Arturo Márquez para Orquesta de Cámara 2019.

Entre constantes cambios en la orquestación, siguió con Preludio y muerte de amor de Isolda, de Richard Wagner, parte de una ópera en torno a una historia de amor, medieval, y que fue retomado en este día por la intensa belleza en el apartado Muerte de amor de Isolda, en una de las más grandes óperas que se han escrito jamás, a juicio de García Barrios.

Luego entraron al escenarios las cuatro sopranos para interpretar tres arias de Giacomo Puccini y una de Amadeus Mozart en las que se revalora el papel de la mujer desde diferentes aspectos, como son Tu che di gel sei cinta, en la voz de Claudia Puebla; Quando m’en vo (o Vals de Museta), por Samantha Sánchez; Signore, ascolta, por Evelyn Tovón, para cerrar con el aria de la malvada Reina de la noche, en La Flauta mágica, de Mozart, por las que fueron largamente aplaudidas.

Continuó el programa con Fantasía en jazz, de Gina Enríquez, una compositora y orquestadora mexicana quien expresa en esa pieza su forma de sentir y expresar un género que ya es universal y que provocó entusiasmo con su cierre espectacular.

Concluyó con la Danza oriental, de la autora rusa Tatiana Shkérbina, en la que retoma la música nativa de la región de los Montes Urales eurasiáticos, acompañada por constantes gritos para acentuar el ritmo, y en la que interactúa con el público con un sonoro ¡ey!, al final y previamente ensayado.

A su término, las risas y festejos se mezclaron con aplausos y vítores como agradecimiento por esta gran noche para la música, sus intérpretes y sus acólitos.

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